«Los traficantes sienten poco respeto por los derechos o dignidad de sus víctimas. Bajo la creencia de que un buen empleo nos aguarda en un nuevo país y ansiosas en buscar mejores oportunidades económicas, nos lanzamos a la aventura y caemos presas en las garras de los traficantes. Buscamos un futuro mejor, no ser prostitutas. Ninguna mujer quiere ser esclava sexual y soportar las maldades que yo he padecido».
«Todas tenemos valor, lo que no tenemos es precio. Nos venden, nos obliga a trabajar en prostíbulos, nos cambian de zona o ciudades cada cierto tiempo, nos retienen los pasaportes y nos vemos privadas de todos los derechos humanos; sujetas permanentemente a amenazas»
Este relato dado a conocer por una adolescente colombiana se asemeja a cualquier otro que pudieran dar los cuatro millones de mujeres y niñas que son traficadas para la explotación sexual a diferentes ciudades del mundo, cada año según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El tráfico de personas es el tercer mayor negocio trasfronterizo del mundo, después del tráfico de drogas y el de armas. Un negocio que da beneficios de siete mil millones a 10 mil millones de dólares al año, según cálculos de las Naciones Unidas. El juego del mercado permite cualquier cosa mientras haya alguien dispuesto a pagar y otro con la «mercancía» que el demandante quiere, sin importar que el «producto» sea un ser humano.
Cerca de 900 mil personas son traficadas a través de las fronteras internacionales con el fin de ser explotadas, según un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos de junio del 2004 y a esta cifra debe sumarse un número mucho mayor de personas que son víctimas de la trata dentro de sus propios países.
Algunos cálculos indican incluso que la trata de personas pronto ocupará el primer lugar por su alta rentabilidad: los traficantes ganan entre cuatro mil y 50 mil dólares por persona, dependiendo del lugar de origen y destino de la víctima.
En el cuarto Informe Anual 2004 sobre el Tráfico de Personas dado a conocer por el Departamento de Estados Unidos en días pasados, México, figura en la «lista de vigilancia» porque, asegura que el gobierno mexicano no ha instaurado una ley amplia contra la trata de personas ni tiene una estrategia nacional para la aplicación de la ley para enfrentar estos delitos.
El Departamento de Estado que anualmente evalúa a los gobiernos sobre la Trata de Personas dice en su informe que México es un país de tránsito y origen y meta para el tráfico de personas con fines de explotación y que no posee una estrategia policiaca nacional para enfrentar este tema. Según el texto, necesita un fuerte compromiso en el ámbito nacional y una ley antitráfico.
Asimismo se pide mayor colaboración con sus vecinos fronterizos y se le denuncia de carecer de una política para proteger a las víctimas. «Los esfuerzos -dice-, son magros en relación con el alcance del problema»
OTRAS NACIONES
El informe en el que se analiza la situación de 140 naciones acusa también a Ecuador, Colombia, Cuba, Guyana y Venezuela por no esforzarse en impedir el tráfico de personas. Clasifica a los países en tres niveles, en el primero figuran naciones cuyos gobiernos cumplen totalmente con los patrones marcados por la ley de EU con respecto al tráfico de personas.
En segundo nivel están las naciones que hacen esfuerzos pero no cumplen totalmente y se encuentran «bajo vigilancia» y en el tercer nivel los países que tienen 90 días para mejorar la situación o corre el riesgo de que le sea retenida la ayuda no humanitaria y no relacionada con el comercio.
En Colombia, la consejera de la ONU, Sandra Valle afirmó que este problema ha alcanzado una proporción desmesurada ya que la policía colombiana calcula que más de 45 mil mujeres son sometidas por mafias que controlan el mercado de la explotación sexual en Tokio, Madrid y Ámsterdam.
Algunos países como Venezuela, al recibir el informe, lo consideraron como un documento irrespetuoso por provenir de un gobierno deslegitimado por la comunidad internacional por las innumerables violaciones a los derechos humanos. El vicecanciller Arévalo Méndez afirmó que el estado de Florida tiene el «más grotesco y elevado índice de prostitución, 50 mil mujeres ingresan cada año, la mayoría proveniente de América Latina para ser explotadas sexualmente por patrones norteamericanos».
El Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y castigar la trata de personas, especialmente mujeres y niñas, especifica que se esta hablando de «captación, transporte, traslado, acogida de personas, recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza, coacción, rapto, fraude, engaño o abuso de poder con fines de explotación».
Las mujeres que son forzadas a la esclavitud sexual tienen en promedio entre l8 y 45 años y sufren uno de los elementos más discriminatorios como es la estigmatización, daños físicos y emocionales al tiempo que están en permanente exposición a enfermedades de trasmisión sexual.
2004/LM/GV/SM
