Inicio Debe abolirse la práctica de castigos «detestables» en Sudán: AI

Debe abolirse la práctica de castigos «detestables» en Sudán: AI

Por Leticia Puente Beresford

Tal y como se esperaba, la sentencia a la periodista Lubna Husein se basó en la ley islámica que, aunque no precisa que toda mujer «debe usar falda», sí castiga por vestir «ropa obscena», como el pantalón, por lo que el juez sudanés la declaró culpable ayer. No obstante, la absolvió de la penitencia de 40 azotes y sólo le fijó una multa de 200 dólares.

El juicio se llevó a cabo en Kartum, Sudán, y contó previamente con toda una campaña mundial emprendida por Amnistía Internacional (AI), organismo que hizo un llamado al ministro de Justicia de Sudán, Abdel Bassit Sabdara, para abolir «ese cruel e inhumano castigo de azotes y revocar las leyes que discriminan los derechos humanos de las mujeres y las niñas de ese país islámico. En sí, lo que demanda AI es acabar con esos castigos «detestables».

En tanto, ayer, aún bajo custodia judicial, Lubna Husein declaró que no pagará ni un centavo, en referencia a la multa establecida por el juez y en refrendo de lo que había dicho con anterioridad, en el sentido de que prefiere ser recluida tras las rejas que pagar multa alguna por no usar vestido.

Al ampliar sus comentarios para AP Lubna Husein –que podría haber gozado de la impunidad que le confiere trabajar para la ONU– prefirió ir a corte. Además, reiteró que, por cuestión de principios, no pagará la multa, y señaló: «pasaré un mes en la cárcel, es una oportunidad para explorar las condiciones de la prisión».
Hoy, no obstante, la Unión de Periodistas Sudaneses pagó los 200 dólares que se pedían para excarcelar a Lubna, como informó Moheddin Titawi, presidente del organismo.

REACCIONES

La noticia de este juicio ya dio la vuelta al mundo en todos los medios de comunicación y, de acuerdo con AP, la atención que ha captado su caso tiene el propósito de manifestar el rechazo contra las leyes tan estrictas y morales de su país, cien por ciento conservador y de islamismo total.

Como se recordará, la periodista fue una de las 13 arrestadas el pasado 3 de julio durante una redada policial en Jartum; diez de ellas fueron multadas y azotadas dos días después de su arresto, y sólo Husein y otras dos optaron por ir a juicio.

En tanto, grupos políticos y de derechos humanos en Sudán salen al paso para informar que la ley aplicada a la periodista es un bosquejo de Constitución de 2005, creado después de que un acuerdo de paz terminó con dos décadas de guerra entre el norte de Sudán –predominantemente musulmán– y el sur, cristiano y animista.

La posición de AI –organización defensora de derechos humanos con sede en Londres– expone que con el rechazo de indulto ofrecido a la periodista Ludbna Ahamed Al Hussein se pone énfasis en el reclamo para abolir esas leyes que violentan los derechos de las niñas y mujeres en Sudán.

Todo este procedimiento se da porque a las mujeres en ese país se les prohíbe vestir ropa considerada «indecorosa», como el pantalón. En eso justifica la ley islámica la flagelación en contra de las mujeres y las niñas.

De ahí que el director adjunto del programa para África de AI, Tawanda Hondora, afirmara que la aplicación de esa ley no sólo es «inaceptable» sino, «abominable».

El artículo 152 del Código Penal sudanés de 1991 establece, en resumen, que:
«cualquier persona que en un lugar público cometa un acto indecoroso […] o vista ropas obscenas […] será castigada con flagelación, con un número de latigazos que no podrá superar los 40, o con el pago de una multa o con ambos».

La ley está redactada de tal modo que hace imposible saber qué es decoroso y qué indecoroso, indicó Hondora. En la práctica, las mujeres son arrestadas, detenidas, juzgadas, y una vez declaradas culpables, flageladas sólo porque un agente policial desaprueba su ropa, dijo.

La ley es también discriminatoria, pues se aplica de manera desproporcionada contra las mujeres.

En el 2003, la Comisión Africana ordenó a Sudán que modificara el artículo 152 tras afirmar que la flagelación equivalía a una tortura sancionada por el Estado. Esto, después de que ocho mujeres demandaran al gobierno luego de ser detenidas por ir a un picnic público con amigos varones.

Las ocho mujeres fueron flageladas en público con un látigo de alambre y plástico que, según informes, les dejó cicatrices permanentes. El gobierno no ha adoptado ninguna medida para modificarla desde la decisión de la Comisión.

«Nadie debe ser flagelado. Esto es un trato cruel, inhumano y degradante, además de hacer caso omiso del derecho internacional y de las normas comunes de la dignidad humana», concluyó Tawanda Hondora.

Al tiempo, Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos aseveró hoy en Ginebra que la condena dictada contra la periodista sudanesa –cuyo trabajo se distingue por la crítica al régimen político y legal de su país— constituye una violación al derecho internacional. «El arresto y la condena de Hussein violan los artículos 9 y 14 del Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y Políticos, suscrito por Sudán», puntualizó.

09/LPB/LG

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