Los servicios de salud sexual y reproductiva deben incluir recomendaciones que ayuden a reducir la exposición a conductas sexuales que aumenten el riesgo de contraer VIH o transmitirlo a otros, destaca la publicación Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG)
Entre los riesgos, señalan los MDG, se encuentra el contacto con diferentes parejas así como dedicarse a prácticas sexuales sin protección y otras prácticas de riesgo.
MDG, colección de asesoramiento independiente editado por las Naciones Unidas, da un ejemplo en diferentes ciudades de África Subsahariana, en donde para las mujeres, en términos de infección de VIH, el principal riesgo se encuentra dentro del matrimonio, advierte la publicación.
Las relaciones sexuales sin protección con un esposo polígamo, aumenta en gran medida la probabilidad de que una mujer se exponga al VIH. Especialmente las mujeres jóvenes que son las más vulnerables debido a que tienen menos poder para negociar el sexo seguro, indican los MDG
«Las mujeres frecuentemente tienen poco poder para negociar las relaciones sexuales, incluyendo si desean tenerlas, cuando y si utilizarán condón».
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) estima que por cada joven entre los 15 y19 años infectados con VIH en África Subsahariana hay entre 5 y 6 mujeres jóvenes infectadas.
La «propuesta ABC» -Abstinencia, Fidelidad, uso de Condón– debe ser adaptada a dirigir desequilibrios de poder entre géneros y otros factores sociales que lleven a un aumento en la vulnerabilidad de infección de VIH entre mujeres, señala la publicación.
«Un paso importante para dirigir dichas dinámicas de poder es asegurar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva así como sus derechos. Además de asegurar los servicios de planificación familiar y esfuerzos de prevención de VIH/SIDA que incluya a los hombres en su programa».
Subraya, el caso de Uganda donde el éxito de este país para reducir la incidencia de VIH ha sido atribuido a una estrategia efectiva de prevención que ha conducido a un aumento en el empleo de preservativos, especialmente entre mujeres y hombres no casados.
Dicha estrategia, revelan los Objetivos del Milenio, incluye la promoción del uso de condón y un cambio en la conducta sexual así como inducir a relaciones monogámicas y la abstinencia.
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