Minerva Hernández Ramos, candidata a gobernadora por la Coalición «Honestidad y Transparencia por Tlaxcala», de los Partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, declinó a favor de Adriana Dávila Fernández, abanderada de la Alianza por el Progreso de Tlaxcala, conformada por el PAN-PAC-Panal.
En conferencia de prensa, en la que no se permitieron preguntas, las candidatas, acompañadas por los dirigentes nacionales del PRD, Jesús Ortega, y del Partido Acción Nacional (PAN), Cesar Nava, Adriana y Minerva justificaron que ahora «Unidas por Tlaxcala, firmarán un acuerdo programático para lograr un gobierno compartido.
En un ambiente tenso, la ex abanderada perredista, leyó el documento «Acuerdo por el cambio y el rescate de Tlaxcala», en el que señala que tomó una «decisión de conciencia» y agregó «en lugar de caer en el egoísmo y cuidar una imagen de superioridad moral por mantenerse inmóvil e incontaminada, asumo el riesgo de tomar acuerdos por el bien colectivo».
La declinación de la Senadora con licencia, perteneciente al grupo político de Jesús Ortega se dio después de que la empresa Consulta Mitofsky, difundiera el 24 de junio, que el candidato de la Alianza Unidos por Tlaxcala (PRI-PVEM), Mariano González Zarur se ubicaba 6 puntos arriba de Dávila Fernández, quien es apoyada por el gobierno local panista que preside Héctor Ortiz Ortiz.
En la lectura del documento, Minerva Hernández –con voz entrecortada- señaló que «diversas mediciones indican la necesidad de unir fuerzas, para garantizar los cambios y evitar el retorno de lo peor. Sería una irresponsabilidad no orientar la definición de la contienda, y desperdiciar la oportunidad de asegurar avances importantes, a favor de los tlaxcaltecas», puntualizó.
La también, ex secretaria de finanzas, en el gobierno del perredista Alfonso Sánchez Anaya, quien en los últimos días se pronunció por la defensa de los derechos de las mujeres y sobre la necesidad de empoderarlas para lograr que ocupen mayores espacios públicos y de toma de decisiones, subrayó que el acuerdo que pretende firmar con la abanderada panista, compromete a la próxima administración a llevar a cabo las partes sustantivas y más importantes de su propuesta de gobierno.
«Se trata, dijo, no sólo de asumir compromisos de políticas públicas, sino de cogobernar, es decir de establecer un gobierno de coalición para el bien de los tlaxcaltecas, lo cual será sin duda, la mejor garantía de que serán cumplidos», aseguró.
Afirmó que el relevo generacional que representa Dávila Fernández, «abrirá las puertas del cambio en los diversos ámbitos, ya que dijo, es tiempo de innovar, y buscar nuevas y creativas soluciones a problemas de antaño, que los viejos políticos, no han sido capaces de resolver».
A su vez, la candidata del PAN, Dávila Fernández, reconoció «la valentía de una decisión nada sencilla en ti, Minerva, reconozco tu trayectoria y tu trabajo». Se comprometió a cumplir los acuerdos por el bien de los tlaxcaltecas.
Unas 24 horas después de la conferencia, la abanderada panista descartó que Hernández Ramos se vaya a afiliar al PAN, y negó que «hubiera negociación por un acuerdo de dinero, ni de concesión de espacios en la administración pública…nosotros jugamos limpio y bien», sostuvo.
La decisión de la Hernández Ramos causó todo tipo de reacciones, en los grupos tradicionales del perredismo, se consideró como una «traición» y entre las asociaciones de la sociedad civil organizada que trabajan por los derechos de las mujeres, se vio como «una falta de empoderamiento de ambas candidatas, ya que sólo están obedeciendo a los intereses de los dirigentes partidistas, sin defender, ni ejercer sus derechos políticos, ni ciudadanos».
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