La discriminación y la violencia sexual y de género que viven las mujeres y niñas con discapacidad en el norte de Uganda, fue documentada y denunciada por la organización Human Rights Watch (HRW).
En el informe «Como si no fuéramos seres humanos: Discriminación y violencia contra las mujeres con discapacidad en el norte de Uganda», HRW documenta mediante 64 entrevistas a mujeres y niñas, los frecuentes abusos a manos de extraños, vecinos e incluso familiares.
Las entrevistadas, con distintas discapacidades, algunas provocadas por enfermedades como la polio, y otras por heridas de minas terrestres o disparos durante el prolongado conflicto, dijeron que carecen de suministros básicos como alimentos, ropa y refugio en los campamentos de desplazados o en sus propias comunidades.
Shantha Rau Barriga, investigadora y defensora de los derechos de las personas con discapacidad en HRW señaló que «uno de los aspectos que no se ha relatado de la larga guerra en el norte de Uganda y sus consecuencias es el aislamiento, el abandono y el abuso de las mujeres y las niñas con discapacidad».
«Mientras los ugandeses del norte luchan por recuperar sus vidas, el Gobierno y los organismos humanitarios tienen que asegurarse de que no se deje fuera a las mujeres con discapacidad», agregó la investigadora.
Según una encuesta nacional de 2007, aproximadamente el 20 por ciento de los habitantes de Uganda padece una discapacidad.
Se considera que esta tasa es más elevada en el norte del país debido a las lesiones relacionadas con la guerra y el acceso limitado a tratamiento o vacunas contra enfermedades.
La investigación de HRW destacó que las mujeres con discapacidad son vulnerables al VIH debido a la pobreza, la dificultad para acordar el sexo seguro, la falta de información accesible y la susceptibilidad a la violencia y la violación.
Fue realizada en seis distritos del norte del país, una región que ha salido recientemente de más de dos décadas de conflicto entre las fuerzas rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor y el Gobierno, confrontación que comenzó en 1886.
De acuerdo con la Ley de Amnistía (2000-2008), Joseph Kony, un ex monaguillo, intenta derrocar al gobierno de Uganda para instaurar un régimen basado los diez mandamientos bíblicos.
El grupo rebelde secuestró alrededor de 25 mil niños para engrosar sus filas. Los enfrentamientos con las fuerzas armadas provocaron la muerte de unas 200 mil personas y el desplazamiento forzado de alrededor de dos millones de personas.
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