La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Equidad, del Congreso del Estado, Elvira Luna Pineda, denunció en tribuna la lentitud de la Procuraduría General de Justicia del Estado en averiguaciones de violencia contra mujeres y la negativa de funcionarios para proporcionar información.
El caso más reciente, incluso tramitado por la legisladora del Partido Acción Nacional (PAN), es el de una niña violada por familiares cercanos y cuya denuncia penal se encuentra radicada en Agencia del Ministerio Público sobre delitos sexuales desde el 2003.
Relató que el martes pasado solicitó información al encargado del caso y se lo negaron «argumentando que no puedo tener acceso al asunto, si fui yo quien intervino para denunciar y cuento con el voto de la ciudadanía para vigilar precisamente a estos funcionarios que ganan un salario que están en cómodas oficinas y que usan carros oficiales».
Otro caso de violencia, cuya averiguación previa tampoco avanza, es el de una joven estudiante de Administración de Empresas, que el 8 de septiembre pasado salió a divertirse a un antro de Mexicali y fue encontrada horas después en el kilómetro 57 de la carretera a San Felipe. La chica permanece en estado de coma, se publicó en la Voz de Mexicali.
La pregunta es, cuántos años tienen que pasar para que las autoridades hagan su trabajo y actúen, enfatizó la legisladora, «o es que no actuarán nunca y se archivarán en el olvido y en la impunidad oficial», dijo.
Solicitó al titular de la PGJE, Antonio Martínez Luna, que evalué quien esta fallando en esa dependencia, «si son sus colaboradores, llamarlos a cuentas, fincarles responsabilidad y despedirlos, porque a todas luces no están cumpliendo con su labor…»
«Si esto no ocurre, también es buen momento para que el Procurador medite si quien está fallando es él…» al mismo tiempo que señaló que «es una burla dar cifras alegres en el avance contra el crimen, de manera irresponsable y con total desvergüenza…»
De manera directa, indicó que «si hay congruencia debería asumir que ha fallado y dejar su lugar a quien si pueda responder a las madres de familia que hoy claman justicia, y lo único que encuentran es la indiferencia de las instituciones encargadas de atenderles y representarlas…»
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