Con la finalidad de mitigar el alza de los precios de alimentos que se ha venido dado en todo el mundo, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) puso en marcha un plan de emergencia por valor de 17 millones de dólares, destinados al apoyo de las y los agricultores de algunos de los países más pobres del mundo.
Así lo informó el organismo internacional en el marco de la Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria Mundial, que inició esta semana y concluirá mañana en Roma, la cual a decir de Naciones Unidas fue convocada para hacer frente a la actual crisis alimentaria mundial.
En comunicado de prensa señala que estos fondos cubrirán en primer lugar las «necesidades inmediatas» y proveerán a las y los pequeños agricultores de algunos de los países más pobres con semillas, fertilizantes y otras herramientas como capacitación técnica, necesarias para impulsar la producción agrícola para las próximas temporadas de siembra en 2009.
Cabe destacar que esta iniciativa de la FAO, lanzada en diciembre de 2007 como respuesta a la crisis, no sólo tiene como objetivo aumentar el suministro de alimentos a partir de esta temporada de siembra. También busca garantizar que las y los agricultores empobrecidos aprovechen la oportunidad de salir por sí mismos de la pobreza, ya que se beneficiarán de los elevados precios (al vender sus productos) y aumentarán el suministro de alimentos disponibles a nivel local, haciendo al mismo tiempo que los precios bajen, puntualiza la FAO.
Explica que esto resulta especialmente importante en países de bajos ingresos que dependen en gran medida de las importaciones para satisfacer sus necesidades alimentarias. «Los precios elevados representan una carga para todos nosotros, nadie será inmune», afirmó el Subdirector General de la FAO José María Sumpsi.
Advirtió, que el súbito incremento de los precios de los alimentos este año es sólo un pequeño síntoma de una enfermedad ocasionada por años de abandono de la agricultura a nivel mundial. «Ahora este desequilibrio amenaza la vida de la población más pobre y vulnerable, que no puede hacer frente a los precios de los alimentos que necesitan para sobrevivir».
A decir de la FAO, los máximos históricos alcanzados por los precios de los alimentos, amenazan con empeorar la precaria situación de 862 millones de personas que pasan hambre en el mundo, además de sumir de nuevo en la extrema pobreza y el hambre a muchos millones más.
SEGURIDAD ALIMENTARIA
En la Cumbre sobre la Seguridad Alimentaria Mundial, se encuentra reunidos Jefes de Estado de todo el mundo, con el objetivo de consolidar un plan coordinado para enfrentar la crisis alimentaria.
Representando a América Latina, participan entre otros, el presidente de Brasil, Luiz Inazio Lula da Silva; la presidenta de Argentina, Cristina Fernández; el presidente de Bolivia, Evo Morales; el presidente electo de República Dominicana, Leonel Fernández; el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega y representando a México el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas.
En forma paralela a este evento, en la misma ciudad, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) realizan un foro alternativo sobre crisis alimentaria, en el cual han demandado a los gobiernos asumir su responsabilidad sobre el problema y tomar medidas para resolverlo.
Al respecto, en comunicado de prensa, el movimiento campesino internacional Vía Campesina denunció que los gobiernos e instituciones internacionales son los responsables de los errores históricos y sistemáticos que provocaron la crisis de alimentos.
Puesto que desde hace décadas se viene obligando a los gobiernos a abrir sus mercados e importar alimentos, señaló, con lo que los países han perdido la capacidad de autoalimentarse y han pasado a ser excesivamente dependientes de los precios del mercado mundial.
Bajo el principio del libre comercio los alimentos son considerados ahora mercancías iguales a cualquier otra, sujetas al afán de lucro y a los juegos financieros, consideraron: «Las alzas actuales de los precios se deben principalmente a la especulación de grandes comerciantes e inversores, porque ahora la producción de alimentos compite con la de agrocombustibles, lo que empeora la crisis, igual que el cambio climático».
La Primera Cumbre Mundial sobre la Alimentación se realizó en Roma en 1996, en esa ocasión la comunidad internacional se comprometió a reducir antes del 2015 a la mitad el número de personas que padecen hambre en el mundo, estimado en más de 800 millones.
Esa posibilidad hoy parece aún más lejana que en aquel momento, ya que en el último informe anual de Perspectivas Agrícolas publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la FAO la semana pasada, se prevé que el precio de los alimentos continuará aumentando.
08/GT/CV
