La representación en Chile de la organización civil Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), rechazó hoy el calificativo de «abortistas», que la Iglesia Católica local pretende imponerles y se pronunció por el derecho de las mujeres a elegir lo que es major para ellas.
En declaraciones publicadas por el diario chileno La Tercera, Verónica Díaz, coordinadora de CDD en Chile, reclamó para las mujeres el derecho absoluto de decidir cuándo se practican un aborto: «lo que queremos es tener la opción, como católicas, de elegir».
El pronunciamiento de Díaz tuvo lugar luego de que sólo seis mujeres colaboradoras de la Iglesia Católica asistieron esta semana a la convocatoria de CDD, en Peñablanca, localidad de la Quinta Región, para participar en una jornada de reflexión.
CDD está integrado por mujeres que se definen como católicas, pero que no comparten las disposiciones de la iglesia sobre anticoncepción y aborto.
La versión de La tercera asegura que el obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, dijo que CDD es una organización «pro abortista financiada desde el extranjero».
Malfa Santana, una de las catequistas que acudió a la convocatoria dijo al diario que «he preparado muchas parejas para el matrimonio y estoy a favor del aborto al igual que mi esposo, que es ministro de eucaristía y da la comunión en la misa».
DERECHO A SABER
«Yo trabajo con jóvenes en el EJE para ayudarlos a encontrarse con Jesús, y estoy aquí para apoyar a CDD y porque tengo derecho a saber», agregó Vanessa Rojas, otra de las asistentes.
La opinión entre las participantes sobre la legitimidad del aborto fue tan evidente como el común sentimiento de todas sobre la necesidad de recurrir a métodos anticonceptivos para no tener que llegar al extremo de interrumpir el embarazo.
Sobre el tema del aborto, algunas dijeron que debe estar al alcance de la mujer por cualquier motivo, mientras que otras señalaron que sólo debe aceptarse por razones terapéuticas.
«Me invitaron y accedí a venir para ver de qué se trataba. Soy católica, estoy de acuerdo con el uso del preservativo, pero contra el aborto. Realmente, no tengo miedo en que la iglesia no quiera que siga siendo catequista», dijo Orieta Pacheco, de Valparaíso.
A la jornada de reflexión fueron invitadas 60 catequistas -mujeres laicas que participan en la formación de niños y niñas de la región para la primera comunión, pero hace un mes el obispo Duarte envió una carta a los párrocos en la que les advertía que CDD era «contrario a la vida y a la doctrina católica», hecho que redujo notoriamente el número de asistentes.
Hace una semana, Verónica Díaz, señaló al diario chileno que estaban siendo víctimas de un boicot por parte de las altas autoridades eclesiásticas y que «aunque el obispo diga lo contrario, somos parte de la iglesia, porque vamos a misa y comulgamos».
También recalcó que «queremos libertad de derechos sexuales y reproductivos, sin que eso sea pecado y sólo queremos que las catequistas conozcan nuestro trabajo».
Entre las mujeres que se atrevieron a ir al encuentro hubo varias que se definieron firmemente como católicas, pero que abiertamente revelaron haberse practicado abortos y estar a favor de esa medida.
Pese a que el diario consultó al Obispado de Valparaíso sobre la reunión y la decisión de las mujeres de desoír el llamado del obispo Duarte, la entidad no quiso referirse al encuentro.
CDD es financiado por la organización internacional Global Fund for Women, que según la Iglesia Católica promueve el aborto, la anticoncepción y el anticatolicismo.
2003/MH/MEL
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