Muchas son las expectativas que despertó el regreso del PRI al gobierno, pero se centran en dos en particular: resolver la seguridad y regresar al crecimiento económico; ambas están sin cumplir.
Los reportes recientes sobre el raquítico crecimiento de la economía o su estancamiento, 1.1 en 2013 y 1.8 en el primer trimestre de 2014, así como la reducción de la proyección para 2014 a 2.7 en lugar de 3.9 del PIB.
Peor aún, sus explicaciones confirman que el fracaso de la política económica amerita abrir un debate sobre el tema; el argumento de que la varita mágica que solucionará todo son las reformas estructurales es falaz y no resiste el menor análisis serio.
El artífice más importante y más ortodoxo de esta política económica es el Banco de México (Banxico). Su reporte sobre las Economías Regionales Enero-Marzo 2014 es muy reveladora; comprende un análisis de los tres sectores de la economía (agricultura, industria y servicios) desagregada en cuatro regiones del país y con la opinión de los empresarios.
Las regiones son Norte: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; Centro Norte: Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas; Centro: Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, y Sur: Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Según este informe, la desaceleración del crecimiento económico que se observó en la mayoría de las regiones del país al cierre de 2013 se prolongó al comienzo del primer trimestre de 2014.
“Los directivos empresariales consultados para este Reporte en su mayoría manifestaron que la demanda por sus productos se mantuvo débil durante el trimestre de referencia. Dichos directivos atribuyeron este resultado a factores temporales que afectaron la demanda interna y, en menor medida, la demanda externa”.
“En todas las regiones señalaron que la demanda interna fue debilitada por diversos elementos, entre los que destacaron: las modificaciones fiscales implementadas al inicio del año, la debilidad del sector de la construcción y el bajo dinamismo del gasto público a nivel local”. Afectadas todas las regiones del país.
De acuerdo con este documento disminuye el empleo. Durante el primer trimestre de 2014 la tasa de crecimiento anual del número de trabajadores afiliados al IMSS se redujo en las cuatro regiones del país con respecto a la observada en el trimestre previo. Ello se asocia principalmente con la debilidad de la actividad económica al inicio del año.
Con respecto a la demanda externa, en el norte y en el centro del país mencionaron que ésta fue afectada por las condiciones climáticas adversas que impactaron la actividad económica en Estados Unidos.
Luego entonces hay un serio problema con la demanda interna, con el consumo y por lo consiguiente con la constante caída del salario, el gran ausente de este análisis de Banxico. Porque sin salario no hay consumo, no se resiste un aumento de impuestos y menos un crecimiento en la inflación como el que experimentó la economía en el primer trimestre del año.
Pero insisten en poner los bueyes delante de la carreta. Por ejemplo, Citigroup afirma que el consumo se rezagó debido a la reforma fiscal (La Jornada, 14 de junio 2014).
Según ellos nada tienen que ver los minisalarios y la pobreza que provocan; éstos no permiten absorber la reducción de los ingresos que causó dicha reforma, se estima en un 14 por ciento, y el salario creció menos del 4 por ciento y el empleo no crece.
En el mes de mayo el índice de confianza del consumidor que formula Inegi reporta una caída de 4.5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de 95.2 a 90.7.
Para mayor abundamiento, en el renglón de posibilidades de que en el hogar se realicen compras como muebles, televisor, lavadora, otros aparatos electrodomésticos, etcétera, el índice disminuyó de 82.6 a 77.8.
Se redujeron considerablemente las posibilidades de consumo de bienes duraderos, porque el gasto se va en los básicos, no alcanza el ingreso y aumenta el desempleo, pero nadie habla de esto. Hay que distribuir para crecer.
Otro elemento importante de este reporte de Banxico es que señala que el lento crecimiento de la economía es atribuible al bajo gasto público y a la crisis del sector de la construcción, sector que depende en buena medida de la inversión pública.
Desde luego también se menciona la mala percepción de la seguridad que tienen los empresarios y que desalienta las inversiones. Incluso se habla de la posibilidad de un deterioro en la percepción sobre la seguridad pública.
Sorprenden estos argumentos porque en el centro de la defensa de esta política económica y del modelo neoliberal es que el “mercado” y sus leyes” son los que mandan y determinan, y que la regulación del Estado en la economía debe ser mínima.
Todavía hace poco cuando el actual gobernador de Banxico era Secretario de Hacienda y presentó al Congreso el paquete económico para 2009, se le cuestionó sobre la importancia y necesidad de tener un gasto público contra cíclico que incentivara el crecimiento: contestó que eso era “economía ficción”.
La verdadera economía ficción inicia con la aprobación de las leyes secundarias y las reformas estructurales que hipotecan al país y generan más dependencia del exterior.
Volviendo al documento citado, en relación a la demanda externa y su potencial de crecimiento se menciona hasta el clima de Estados Unidos como causa del debilitamiento de las exportaciones.
Lo cierto es que México es un país de maquila, prácticamente el único valor agregado que tienen nuestras exportaciones es la mano de obra y como ésta es barata la ganancia que le queda al país es poca, así es que el crecimiento de las exportaciones no soluciona el problema, con o sin reformas estructurales.
Hay que debatir públicamente la política económica. Distribuir para crecer, igualar para crecer.
Twitter: @ramonaponce
*Economista especializada en temas de género.
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