Son siete años de trabajo por una agenda legislativa que incluya a las mujeres, de logros trascendentes, como la ley de cuotas o la creación del Inmujeres, pero aún no es una realidad favorecer la condición social de más de la mitad de la población mexicana.
A siete años del inicio del Parlamento de Mujeres de México (PMM) han sido muchas las iniciativas presentadas para mejorar la condición de vida de las mexicanas, pero contadas las leyes aprobadas en beneficio de esta parte de población y los rezagos persisten desde el ámbito laboral hasta el político.
La ley de cuotas en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) para que sea obligación de todos los partidos políticos incluir en sus listas de candidaturas a puestos de elección popular, un mínimo de 30 por ciento de mujeres, es uno de logros del PMM, instrumento que busca la construcción de una agenda legislativa con perspectiva de género.
Otro importante beneficio es la creación del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), así como de espacios similares en el país. El 12 de enero del 2001, el Diario Oficial de la Federación publicó la ley para su creación y se estableció de manera formal el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
La instalación de las Comisiones de Equidad de Género en la Cámara de Diputados y Senadores y en los congresos de los estados, también surgió de las iniciativas emanadas del PMM.
A su vez, los presupuestos etiquetados para las mujeres, son fruto de la interlocución de la sociedad civil y las legisladoras en el PMM, un espacio de interlocución entre legisladoras federales y estatales con la sociedad organizada.
La diputada perredista Angélica de la Peña, integrante de la Comisión de Equidad y Género en la Cámara de Diputados, aseguró que se ha avanzado en la asignación de recursos destinados a programas de salud, educación, desarrollo social, para fortalecer el trabajo de las mujeres en el campo y zonas populares.
LO QUE FALTA
Entre las modificaciones legislativas pendientes, a pesar de que se han planteado en los parlamentos, destacan las reformas a la Ley Federal del Trabajo para castigar el hostigamiento sexual, prohibir la exigencia del examen de no gravidez o no embarazo, como requisito para obtener empleo.
A pesar de ser urgentes, también han sido postergadas leyes en materia de violencia intrafamiliar, del ámbito educativo y agraria, en este último caso para que las mujeres sean titulares de los derechos ejidales y sujetas a crédito.
Es necesario también modificar al artículo Tercero de la Constitución Mexicana para el desarrollo de una cultura de respeto mutuo en la convivencia de los géneros; para el combate de la discriminación y la promoción de una cultura de la equidad, así como en aspectos de justicia, en el terreno de la participación política y en defensa de igualdad de oportunidades, entre otras.
LA PREOCUPACIÓN: EL FEMINICIDIO
Desde la sociedad organizada, Orfe del Castillo, de Consorcio para el Diálogo Parlamentario, comentó que una constante en todas las reuniones del PMM es la atención de la violencia contra las mujeres, cuya máxima expresión es el feminicidio en Ciudad Juárez. Hoy existen en el Congreso de la Unión, comisiones especiales con recursos para la atención del fenómeno.
El PMM fue creado como un espacio de interlocución entre legisladoras federales y locales con la sociedad civil a fin de revisar la normatividad, asegurar que los presupuestos gubernamentales incluyan la perspectiva de género y construir una agenda legislativa con equidad.
Con la primera celebración del PMM en 1998, el Congreso y la sociedad avanzaron en innovación de estrategias para la participación política de las mujeres, la rendición de cuentas y la corresponsabilidad a través de la creación de la Comisión Bicameral del Parlamento de Mujeres, instalada el 25 de agosto de 1998.
El PMM fue una demanda del movimiento feminista y amplio de mujeres, sin embargo, desde sus inicios los grupos de derecha buscaron filtrarse en este espacio con posiciones encontradas a las organizaciones pro derechos de las mujeres, lo que plantea hoy la necesidad de modificar el formato de este mecanismo y buscar nuevas formas de interlocución entre la sociedad civil y el legislativo.
NI UN PASO ATRÁS
El 18 de marzo pasado llegaron a San Lázaro cerca de dos mil mujeres de distintos puntos del país y diversas ideologías. Se esperaban provocaciones de los grupos de derecha, sin embargo, los exhortos a trabajar juntas a favor de todas las mujeres, contuvieron los ánimos.
Ante cientos de mujeres, la presidenta del Inmujeres, Patricia Espinosa Torres, llamó a dejar de lado desencuentros y diferencias para sacar adelante reformas. Pidió a las y los legisladores aprobar las reformas que prohíban el certificado de no gravidez y otras formas de discriminación en el ámbito laboral, a la Ley de Planeación y para hacer efectiva la ley de cuotas del Cofipe.
Sobre el contenido de la Declaración Política de la Séptima Reunión Anual del PMM, que condena la intolerancia y los fundamentalismos, la directora de la organización Salud Integral para la Mujer (Sipam), Pilar Muriedas, declaró a Cimacnoticias que la derecha se vio anulada, mientras que el movimiento feminista salió fortalecido.
Orfe del Castillo opinó que el pronunciamiento recuperó la defensa del Estado laico, ratificó la Plataforma de Acción de Pekín a favor de las mujeres y reafirmó la continuidad de mecanismos de interlocución ciudadana.
Por su parte, Daphne Cuevas, también integrante del Consorcio para el Diálogo Legislativo, sostuvo que la declaración política reflejó el pacto existente entre el movimiento feminista con las legisladoras progresistas para no dar un paso atrás en el avance de las mujeres.
Coincidió con ellas, Martha Juárez, vocera del Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire), quien consideró que el cierre de la séptima etapa del PMM, fue provechoso para el movimiento de las mujeres que han luchado históricamente por los derechos de la población femenina.
POR UNA VIDA SIN VIOLENCIA
La presidenta de la Comisión Bicameral de PMM, Diva Gastélum, aseguró que se dará prioridad al tema de la violencia y adelantó que presentarán una iniciativa de ley integral por una vida libre de violencia hacia a las mujeres que planteará la homologación de las leyes a escala federal y estatal.
Tras aceptar que los avances de las mujeres en el ámbito legislativo son lentos, la vicepresidenta de la bicameral, senadora Araceli Escalante, dijo que corresponde ahora a las legisladoras revisar las demandas de las mujeres y darle seguimiento.