Los casos de violencia intrafamiliar aumentaron en 25 por ciento en Oaxaca durante los tres primeros meses de este año respecto al mismo periodo del 2002, informó la procuradora estatal para la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia, Ileana Hernández Gómez.
Hernández Gómez explicó en entrevista que de enero a la fecha, esa dependencia ha recibido 360 quejas, cifra que supera en 25 por ciento a las registradas en el mismo periodo del año pasado.
Sostuvo que el incremento «es normal», ya que en el primer año de su ejercicio al frente de la instancia se trabajó en un programa de sensibilización entre la población para que conocieran sus derechos y obligaciones dentro de la familia y que la violencia no es una situación que deba soportarse como algo habitual.
Mencionó que la Procuraduría ha llegado a recibir telefonemas anónimos para denunciar casos de violencia intrafamiliar, los cuales, al igual que todas las demás quejas, son investigadas, aunque reconoció que el personal de la instancia es insuficiente.
En uno de los caso más recientes a través de una denuncia anónima en la agencia municipal de Dolores se pudo rescatar a un niño de cuatro años que sufría violencia, relató. Cuando llegaron el domicilio, encontraron al menor atado del cuello con una venda a la pata de una silla.
En el mismo lugar estaba una bebé de ocho meses de edad, ambos estaban solos y sin comer durante varias horas, situación a la que eran sometidos a diario mientras su madre salía a trabajar y su padre es militar comisionado en el norte del país.
Hernández Gómez informó que la madre ya fue detenida y los menores fueron canalizados al albergue del DIF estatal, en tanto se realizan las investigaciones correspondientes.
La funcionaria estatal consideró que aún cuando la ley es muy clara para sancionar a quienes infringen violencia contra menores, debe analizarse la situación en forma integral, porque seguramente esa madre, como en muchos otros casos, también debe sufrir violencia intrafamiliar.
Además, abundó, tienen mucho que ver las condiciones de pobreza que las familias enfrentan y la falta de apoyos que tienen las mujeres para que sus hijos e hijas puedan ser cuidadas en un lugar adecuado cuando ellas tienen que salir a buscar el sustento, mientras los varones olvidan sus obligaciones paternas.
2003/PRO/MEL
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