Se calcula que en Bolivia mueren 390 mujeres por cada 100 mil nacimientos: una de las tasas más altas del continente donde 80 por ciento de los habitantes son indígenas.
Con su traje tradicional andino, la lingüista Marta González, de la Red Boliviana para la Humanización del Parto y Nacimiento (Rebohupan), dijo a cimacnoticias que la pobreza estructural y la falta de diálogo entre el 20 por ciento de población mestiza y 80 por ciento de población indígena son responsables de la mortalidad materna.
Un estudio realizado por esta investigadora de origen aymara explica que el término de parto humanizado se hizo oficial como una propuesta para conciliar las prácticas institucionales y originarias. En ella, desde el 9 de octubre del año 2001 se incorporan 18 prácticas y tecnologías apropiadas basadas en las recomendaciones de la OMS.
Sin embargo, hasta ahora no hay resultado pues aparte de las barreras geográficas existe desconfianza hacia el sistema formal por aymaras, quechuas y otros grupos indígenas.
El sistema biomédico choca con el sistema tradicional de atención al parto pues a la negación de las prácticas culturales se suma el trato discriminatorio hacia la población indígena.
Marta González abundó en que la atención de personal de salud en el país es mayor para el primer parto de una mujer (74 por ciento) mientras que en los de orden de seis hijos o más, con mayor riesgo, son atendidos por personal institucional en 33 por ciento de las ocasiones. Esto podría indicar que la calidad de atención de los servicios es deficiente por lo que deciden quedarse en la casa.
Agregó que hasta ahora no existen escuelas para la formación de parteras ni en las ciudades o en las comunidades rurales. Eventualmente las autoridades de salud capacitan a sus parteras pero solamente desde el enfoque biomédico, que desconoce las prácticas culturales de la comunidad.
Marta González es una de las representantes de Bolivia en la conferencia internacional de Parteras profesionales y autorregulación, que se lleva al cabo en San Miguel de Allende, Guanajuato, hasta el 22 de junio con la participación de especialistas en salud materno infantil de 15 países del continente.
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