«En Chiapas vivimos una guerra de graves y profundas consecuencias desde hace por lo menos tres sexenios, que consiste en una estrategia de contrainsurgencia reflejada en la fuerte ocupación militar de gran parte del territorio, la formación de grupos paramilitares, y la represión y criminalización de la protesta social y de los defensores de Derechos Humanos (DH)», acusaron organizaciones civiles en Chiapas que recibirán este miércoles a la Caravana del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
«A partir del levantamiento zapatista, decenas de miles de soldados se han instalado en territorio chiapaneco, más los que han llegado recientemente para reforzar la seguridad en la frontera sur; esta guerra tiene por objeto el despojo y la apropiación de los territorios de los pueblos indígenas, para su explotación a favor de los intereses transnacionales, lo que tiene como consecuencia la depredación y destrucción de los bienes naturales, la riqueza cultural y el tejido social», manifestaron las y los organizadores en un pronunciamiento para saludar la llegada de la caravana a esta entidad.
Laura Santiago, en representación del Comité Pro-mejoras de la Ribera Cahuaré, y los activistas Miguel Ángel García, Gaspar Morquecho y Guillermo Villaseñor dijeron en rueda de prensa en San Cristóbal de las Casas que el objetivo fundamental de la caravana es el encuentro de la sociedad civil y de todos quienes han sido afectados por la guerra de Felipe Calderón contra el crimen organizado.
«Condenamos cualquier intento de las autoridades gubernamentales y de los partidos políticos de capitalizar la movilización con fines electorales», sostuvieron.
Las organizaciones chiapanecas señalaron que existe una amplia solidaridad y simpatía con las causas que impulsa el movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que se sintetizan en la exigencia de verdad y justicia, y en la búsqueda de un cambio antimilitarista, con enfoque de DH que combata a su vez la corrupción, la impunidad y la raíz económica y las ganancias del crimen organizado.
Para el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, la Comisión de Apoyo a la Unidad y Reconciliación Comunitaria; Enlace, Comunicación y Capacitación; y el Colectivo Pozol, entre otras organizaciones, es necesario la atención de emergencia a la juventud y acciones efectivas para la recuperación del tejido social; de manera especial trabajar para establecer una democracia participativa y representativa así como para democratizar a los medios de comunicación.
De acuerdo con la agenda de la caravana, este 14 de septiembre estará llegando a territorio chiapaneco, concretamente al municipio de Ciudad Hidalgo donde habrá un encuentro con organizaciones de Centroamérica y Chiapas para realizar un acto de perdón por las agresiones de asesinatos y maltrato hacia los migrantes.
Posteriormente la caravana realizará un acto y encuentro con organizaciones en el municipio fronterizo de Tapachula, paso importante de personas migrantes.
El próximo jueves la caravana se dirigirá al municipio de Tonalá, en la costa chiapaneca, donde existe una histórica lucha y resistencia contra las altas tarifas de la Comisión Federal de Electricidad.
Ese día se prevé que la caravana llegue a San Cristóbal de las Casas, ciudad tomada en 1994 por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Integrantes de la caravana y organizaciones sociales de San Cristóbal se reunirán en el Teatro Hermanos Domínguez para compartir testimonios de las víctimas de la guerra contra la inseguridad.
De San Cristóbal saldrá una comisión con destino a Acteal, municipio de Chenalhó, donde en 1997 paramilitares perpetraron una masacre que dejó sin vida a 45 tzotziles.
El 16 de septiembre las y los caravaneros partirán rumbo al municipio de Ocosingo, otra ciudad tomada por el EZLN en 1994, y posteriormente se trasladarán al municipio de Palenque, donde pasaran la noche. Al otro día la caravana estará partirá a Villahermosa, Tabasco.
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