«Yo creía que la violencia contra las mujeres no existía, y que si acaso alguien la vivía al interior de su hogar era porque no quería salirse de esa situación», afirma Duska Andric-Ruzicic, directora de Medica Infoteka-Zenica y a quien la guerra cambió su vida.
«Mi negocio fue destruido, tuve que empezar de nuevo, todo lo que yo sabía me había sido quitado, desde creencias hasta mi forma de ver la vida», relata.
Medica Infoteka-Zenica es una organización no gubernamental que provee de servicios integrales de apoyo a las mujeres que han sufrido violencia en sus hogares. «La violencia doméstica nunca se debatió en los medios de comunicación, lo que llevó a negar que había un problema en Bosnia- Herzegovina», añadió Andric-Ruzicic, quien ha recorrido un largo camino en esta materia.
Ante el panorama que vivían las mujeres de Bosnia-Herzegovina, con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), Infoteka llevó a cabo un proyecto de investigación, donde entrevistaron a cientos de funcionarios locales de todos los niveles sobre la violencia de la cual son víctimas las mujeres, por lo que por primera vez en este país se han recolectado datos sobre el tema.
Producto de ello es el libro El maltrato de las mujeres en Bosnia-Herzegovina, el cual se distribuyó a 200 grupos de derechos humanos y cientos de funcionarios gubernamentales en la región.
Los resultados fueron una justificación de lo que ya sabíamos, pero tratamos de documentar las formas más sutiles de violencia psicológica contra las mujeres, económica y emocional como eje central del problema, informó Andric-Ruzicic.
Es así como Medica Infoteka emprendió la difícil tarea de educar a las instituciones y sus empleados acerca de la violencia contra las mujeres, empezando por la policía. Posteriormente lo hizo con los jueces, abogados, periodistas, así como con otras organizaciones no gubernamentales.
He aprendido que en realidad hay poca diferencia entre la violencia en la guerra y la violencia en la paz, para las mujeres es la misma situación, pero ahora estoy aquí luchando porque tengo una niña y quiero que ella viva mejor, además después de la guerra y de Medica no podría hacer otra cosa», dice.
Hoy miles de mujeres siguen luchando contra un enemigo que está muy cerca de casa, por lo que es imprescindible continuar esta batalla hasta que las mujeres puedan unirse al resto de nuestra sociedad y disfrutar de una vida sin violencia», finalizó Andric-Ruzicic.
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