Las mujeres tienen derecho al aborto seguro, a la anticoncepción, a decidir el número de hijos que desean tener y a no ser discriminadas en los servicios de salud, afirmó Dorothy Shaw, presidenta del Comité de los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres de la Federación Internacional de Ginecobstetricia (Figo).
Ante la comunidad médica reunida en la Academia Nacional de Medicina (ANM), la defensora de los derechos de la mujer insistió en que, por su condición de género, la población femenina no puede ser maltratada en los sistemas de salud; por el contrario, dijo, debe haber un compromiso para mejorar la calidad y su acceso a los servicios de salud.
En su opinión, la comunidad médica está obligada a cumplir con el derecho a la confidencialidad que tienen las mujeres y el cual constantemente es transgredido por el personal de salud; aunque no se haga de manera intencional, sobre todo en los casos de vih/sida.
La especialista de Figo insistió en que las mujeres tienen derecho a la anticoncepción lo mismo que a decidir el número de hijos que desea tener.
Los derechos de las mujeres deben ser reconocidos en los sistemas de salud, advirtió Shaw al considerar que las escuelas de medicina deben capacitar a los estudiantes en temas relativos a la mujer como son la violencia, el aborto, la sexualidad, el vih/sida y los diferentes cánceres que afectan a la población femenina.
La historia de la enseñanza, explicó, se ha limitado al aspecto biológico de la salud de la mujer y dejado de lado otros aspectos relativos al género, que es lo que permiten mejores intervenciones en la salud de las mujeres y garantizan sus derechos sexuales y reproductivos.
En este sentido planteó que si se quiere mejorar la salud de este sector de la población deben enfrentarse los retos y las necesidades de la población femenina a fin de que tengan el mismo acceso a los servicios de salud que toda la población.
Asimismo abundó acerca de la responsabilidad social que tienen las escuelas de medicina para formar cuadros capacitados para atender la salud de las mujeres. Más aún, propuso la introducción de un código de conducta en la curricula que garantice esta atención.
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