Escenario de “genocidio” contra las migrantes, advierte experta

La academia requiere nuevas metodologías para estudiar la migración femenina en el contexto de violencia que vive el país, porque los riesgos a los que se enfrentan las y los investigadores impiden documentar ciertas problemáticas a las que se enfrentan las migrantes en tránsito.
 
La coordinadora del libro “Género y Migración”, que se presentó hoy en esta ciudad, Martha Luz Rojas Wiesner, investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), explicó que los riesgos que implica realizar trabajo de campo en zonas donde operan cárteles de la droga limita el estudio de casos como el secuestro de migrantes.
 
Hugo Ángeles Cruz, también investigador del Ecosur, refirió que es indispensable que la academia trabaje de forma coordinada con las organizaciones civiles involucradas en el tema migratorio, ya que realizan los aportes más recientes al sistematizar la información que recaban en su trato con las mujeres migrantes.
 
En dos tomos, “Género y Migración” aborda la migración femenina desde diversos ángulos, tanto de las que emigran como de quienes se quedan en las comunidades en espera del retorno de sus parejas e hijos, y cómo este contexto impacta en su salud, sexual y mental, en su inserción a la vida laboral, y las dinámicas familiares y sociales.
 
Cristina Oehmichen Bazán, directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, comentó que los riesgos que enfrentan las migrantes centroamericanas en tránsito por México debe ser un foco de atención para las organizaciones internacionales por la violación sistemática de DH de la que son víctimas.
 
“En México se puede hablar incluso de escenarios de genocidio hacia la población migrante. No sé hasta qué punto nos hemos acostumbrado a esta situación y hasta dónde legitimamos esa violencia con nuestro silencio y omisión”, expresó.
 
Asimismo, puntualizó que las mujeres, tanto las que emigran como las que se quedan, requieren de apoyo por parte del gobierno pero también de la sociedad civil, porque la desconfianza que tienen a las instituciones públicas, así como la estigmatización que han vivido y el miedo a ser deportadas, les impide acercarse a solicitar la información o los servicios que requieren.
 
Laura Velasco Ortiz, investigadora del Colegio de la Frontera Norte (Colef), refirió que la migración femenina ha influido en la sexualidad, la maternidad y el reposicionamiento de las mujeres al interior de sus familias y de la sociedad.
 
Sin embargo, la académica sostuvo que no se puede generalizar si la migración empodera o subordina a las mujeres, ya que varía en función del contexto al que se enfrentan al emigrar o retornar a sus comunidades de origen, por lo que instó a fortalecer este tipo de investigaciones que contribuyen a profundizar en los cambios que se generan a raíz de este fenómeno social cada vez más complejo.
 
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