La Conferencia Mundial de Juventud 2010 (CMJ) se anunció como el encuentro más importante para discutir temas cruciales de la agenda internacional de la juventud, sin embargo se convirtió en un espacio de confrontaciones en torno a los derechos sexuales y reproductivos.
Con el lema «Di lo fuerte» arrancaron los trabajos del encuentro internacional, que se celebró del 23 al 27 de agosto, en el Poliforum León, en Guanajuato, pero este no fue el eslogan que persistió, por el contrario, se escuchó: «Sí a la vida, sí a la dignidad de la persona», o bien, «Si a la vida de las mujeres».
La finalidad de los gobiernos y organizaciones civiles de todo el mundo que participaron en la CMJ era crear líneas de acción global para la atención de la juventud, y buscar estrategias para acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cuyas metas deben alcanzarse en 2015.
Por esta razón, durante los trabajos se reconoció la importancia del papel de la juventud en la solución de problemas como: pobreza, empleo, seguridad, justicia social, derechos humanos, migración, participación ciudadana, migración, tecnología e innovación y desarrollo sustentable, entre otros.
Aunque estos temas se trataron oficialmente, los que causaron eco mediático fueron los derechos sexuales y reproductivos, en especial, la interrupción del embarazo y las uniones entre personas del mismo sexo.
Entre los factores que abonaron a esta mediatización en Guanajuato, se subraya que en la entidad seis mujeres que tuvieron un aborto espontáneo, fueron acusadas por «homicidio en razón de parentesco» y purgan condenadas de hasta 30 años de prisión.
También a que la directora del Instituto de la Mujer, Luz María Ramírez Villalpando, acusó a las mujeres con tatuajes de ser un ejemplo de la pérdida de valores en la sociedad.
Mientras los grupos «conservadores» denunciaron que no tenían participación, que se coartaba su libertad de expresión y que no se tomaban en cuenta sus ideas; los grupos «progresistas» argumentaban que no tenían suficiente representación en los Foros y se relegarían los temas que planteaban.
LAS Y LOS JOVENES DE GUANAJUATO
Lo que es cierto es que quienes no tuvieron una verdadera presencia fueron los jóvenes de la entidad, quienes poco sabían de este encuentro. Tampoco tuvieron representación los jóvenes indígenas de México. Es así que se vio a un grupo de jóvenes que llegaron a la Conferencia con la solicitud de alojamiento y comida para poder estar durante esos días y hacer escuchar su principal demanda: ser tomados en cuenta.
En promedio se estimó la asistencia diaria de cinco mil a siete mil personas y la presencia de más de 25 mil jóvenes de 192 países. La mayoría de las problemáticas que se trabajaron fueron nacionales y pocas de índole internacional.
Aunque el gobernador estatal, Juan Manuel Oliva Ramírez, dijo que la CMJ «ratifica al Estado como punto de encuentro, reflexión y esperanza, en el Año del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana», las mesas de reflexión tuvieron menos asistencia que las lúdicas.
Los resultados de la CMJ se vieron en los tres espacios de participación vinculados entre sí, cada uno correspondiente a los tres agentes sociales que son estratégicos para hacer posible la participación plena de la juventud en el desarrollo: el Foro Social, el Foro de Gobierno y el Foro de Legisladores.
El Foro Social fue la reunión que atrajo los reflectores ya que las organizaciones participantes no lograron consensos argumentando, falta de participación, no entender los conceptos o los distintos idiomas en que éstas se llevaban a cabo, además de la clara oposición de uno en materia de aborto seguro.
DECLARATORIAS
La declaratoria final incluyó los temas de educación sexual, la equidad de género, el respeto a la diversidad religiosa, la diversidad cultural, étnica, y socioeconómica de las personas, además de la libertad de pensamiento y de conciencia.
En contraste, la declaratoria del Foro de Gobierno excluyó el tema del aborto. Mientras que el Foro de Legisladores que se realizó en la Cámara de Diputados, en la Ciudad de México del 25 al 27 de agosto, no tuvo el mismo impacto, por lo tanto poco se sabe del contenido de su declaratoria final.
No obstante, la Plataforma Nacional de la Juventud informó que la Comisión de Juventud de la Cámara Baja pretendía inscribir como única obligación de los gobiernos dar información en materia de salud sexual y reproductiva, lo cual no quedó en la declaratoria.
Estas tres declaraciones son importantes porque son la base para consensuar una declaración de gobiernos que identifique prioridades de acción para las políticas de juventud y desarrollo en el mundo, la cual será presentada en el 65 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Una vez presentado este documento, se promoverá el establecimiento de un mecanismo que dé seguimiento específico a la agenda de juventud en el sistema de las Naciones Unidas, además de buscar mecanismos para compartir experiencias y conocimientos sobre diagnósticos, políticas, estrategias y programas sobre juventud y desarrollo.
10/AGM/LR/LGL
