Una afección cutánea poco común, derivada del estrés es la dishidrosis, que afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 50 años mediante la aparición de pequeñas ampollas en palmas de las manos, plantas de los pies y puntas de los dedos.
En el portal de Mujereshoy, se informó que aunque la medicina no tiene una explicación concreta del mecanismo que desencadena esa afección, se ha observado una estrecha relación con períodos de ansiedad o frustración al no poder exteriorizar las emociones.
Las pequeñas ampollas que caracterizan la afección son opacas y ligeramente prominentes respecto al resto de la piel; no se rompen fácilmente y en ciertos casos se juntan hasta formar una ampolla grande.
En ocasiones no producen síntoma alguno, pero casi siempre generan comezón y dolor que pueden empeorar al contacto con jabón, agua o sustancias irritantes.
Hasta hace unas décadas especialistas en la salud de la piel pensaron erróneamente que el problema era provocado por la retención de sudor, tanto así que su nombre, derivado de la palabra «hidrosis», refiere a la secreción de agua por la piel.
Ahora se sabe que su origen es emocional, y que debe recibir tratamiento encaminado a atender las molestias que genera y a que el paciente controle mejor sus estados de ansiedad.
Como primera medida, los especialistas indican corticoesteroides (derivados de la cortisona) 1 o 2 veces al día, a fin de reducir inflamación y comezón.
Recomiendan usar calcetines de algodón y zapatos con suela de piel, ya que el calzado hecho con materiales sintéticos promueven la sudoración exagerada.
Cambiar calcetines y zapatos con mayor frecuencia, dos veces al día o más, según las necesidades, emplear guantes de vinil forrados de algodón al pelar o exprimir frutas y verduras ácidas.
Evitar contacto con sustancias irritantes, como jabón, detergentes, fibras de aluminio y productos de limpieza, entre otros. También son útiles para trabajos en casa o jardinería.
Si después de una semana no se han obtenido resultados notables ó se observa que alrededor de las ampollas hay inflamación y enrojecimiento, será necesario acudir de nuevo al dermatólogo para dar atención a una posible infección ocasionada por bacterias oportunistas.
El estrés es una respuesta natural del cuerpo a las situaciones que lo amenazan y que repercute en la estabilidad emocional y física, es una forma de mantener alerta al organismo.
Aunque el estrés tiene una función positiva en el ser humano, que es la de crear un estado de atención y pronta respuesta a la adversidad, experimentarlo en forma sostenida e intensa puede afectar nuestras capacidades físicas y emocionales. Por ello, es necesario aprender a encauzarlo y a sacarle el mejor partido.
2004/LR/SM