Para reclamar al papa Benedicto XVI una reforma de las estructuras eclesiásticas, las primeras mujeres católicas ordenadas como sacerdotes en Europa y América realizarán un congreso en París en enero de 2006, anunció en Munich la Iniciativa Sacerdocio Femenino en la Iglesia Católica Romana.
La organización francesa Femmes et Hommes en Eglise será la encargada de realizar el Congreso que tiene como fin reclamar al Vaticano que ponga fin a la exclusión de la mujer del sacerdocio y de los hombres casados del sacerdocio, así como demandar reformas en «las estructuras en gran parte obsoletas» de la Iglesia Católica, asegura el portal Terra.
«Pese a que los expertos en textos bíblicos del Vaticano y los más renombrados teólogos demostraron desde hace tiempo que no hay ningún obstáculo, ni bíblico ni teológico, para ordenar mujeres como sacerdotes, el actual Papa y su antecesor (Juan Pablo II) se han propuesto como uno de sus más importantes objetivos políticos la subordinación de las mujeres, tanto en la Iglesia como en la sociedad», expresó en un comunicado la organización.
«El próximo 25 de julio serán ordenadas otras nueve mujeres en Canadá» y «60 más se están preparando para su ordenación en Alemania, Austria, Suiza, Holanda, Suecia, Canadá y Estados Unidos», informó Patricia Fresen, obispo auxiliar encargada del programa de preparación femenina para el sacerdocio de la entidad.
A finales de este mes se realizará en Toronto el Segundo Congreso Internacional para la Ordenación Femenina, señaló la referida iniciativa católica, fundada en 2004 por mujeres sacerdotes excomulgadas por el Papa Juan Pablo II y cuando el cardenal Joseph Ratzinger (hoy Benedicto XVI) era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (el ex Santo Oficio de la Inquisición).
«En una época en que la Iglesia experimenta un ‘invierno demográfico’, en lo relacionado con las vocaciones sacerdotales célibes masculinas, las organizaciones de mujeres y hombres católicos de todos los continentes reclaman que se ponga fin a la exclusión del sacerdocio de las mujeres y de los hombres casados y que sean reformadas las estructuras en gran parte obsoletas de la Iglesia», subrayó finalmente la iniciativa católica.
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