Por lo menos 668 niñas y adolescentes de origen centroamericano son víctimas de la explotación sexual comercial en 284 establecimientos como bares, burdeles y salones de masaje en distintas ciudades de Guatemala, indica un boletín de casa Alianza.
Tras nueve meses de trabajo, la investigación realizada por Casa Alianza y sus resultados fueron entregados ya al Ministerio Público del país centroamericano para que inicie un proceso judicial contra los explotadores.
Esta situación se agrava en ciertas zonas geográficas como la ciudad capital del país, las zonas fronterizas, los sectores caracterizados por el uso de mano de obra emigrante y sus zonas de paso, puertos y comunidades aledañas a destacamentos militares y destinos turísticos.
El estudio de la organización humanitaria evidenció que muchas de las niñas y adolescentes son víctimas de la trata de seres humanos.
Los investigadores determinaron que 115 víctimas son de origen guatemalteco, pero identificaron también a cien salvadoreñas, 98 hondureñas, 61 nicaragüenses, tres costarricenses y tres beliceñas. No fue posible obtener datos sobre la nacionalidad de 288 de las víctimas.
Tomando en cuenta la clandestinidad que caracteriza a estas organizaciones criminales, así como la seguridad de la que disponen, es muy probable que el número total de víctimas en el país sea mucho mayor.
La investigación forma parte de un esfuerzo regional de Casa Alianza para identificar los focos de explotación sexual comercial de la niñez con miras a rescatar a las víctimas y ofrecerles asistencia integral y apoyo, así como para estimular a las autoridades a intervenir para procesar y condenar a los responsables.
«Una investigación similar en Honduras le permitió a las autoridades rescatar a decenas de niñas y adolescentes de los sitios en donde eran explotadas sexualmente. El hogar especializado en la atención de las víctimas que abrió Casa Alianza Honduras está prácticamente lleno. Esperamos que los resultados en Guatemala sean similares», explicó Bruce Harris, Director Regional de Casa Alianza para América Latina.
Antes de este estudio, la única referencia sobre la cantidad de personas menores de edad víctimas de explotación sexual comercial en el país era un informe de la Relatoría Especial de Naciones Unidas sobre la venta de niños, prostitución y pornografía infantil. Ese documento estimaba en 2 mil el número de personas menores de edad explotadas sexualmente en «lupanares» (burdeles clandestinos).
La mayoría de las víctimas aseguró a los investigadores que su edad era 18 años y que trabajaban por su voluntad, lo que fue interpretado como una forma de burlar a las autoridades, pero también como una evidencia del temor que sienten por sus proxenetas.
En investigaciones anteriores, Casa Alianza ha encontrado niñas centroamericanas venidas a prostíbulos en Tapachula, Chiapas, México.
Como parte de las observaciones, los profesionales a cargo de la investigación advirtieron que la tendencia tradicional de buscar las causas de la explotación sexual comercial está dejando de lado el análisis de la existencia de abusadores y pedófilos.
«Un actuar humano definido a partir de una relación de poder, dentro de la cual una de las partes, el niño o la niña experimenta las arbitrariedades de un sistema de dominación construido en su mayoría por hombres adultos», advierte el informe.
Casa Alianza confía en que las autoridades judiciales guatemaltecas intervendrán lo antes posible en defensa de los Derechos Humanos de las víctimas de explotación sexual ahora que cuentan con información más exacta de los sitios y estructuras de las redes criminales.
«Casa Alianza seguirá en su lucha para destapar todo tipo de crímenes en contra de la niñez latinoamericana», aseguró el británico Harris director Regional de Casa Alianza para América Latina.
«Estas investigaciones sobre la explotación sexual comercial de la niñez, que ya hemos realizado en Guatemala y Honduras, seguirán en los demás países de la región, incluyendo a México».
2004/BJ
