En este momento no se puede hablar de una evolución de los Derechos Humanos (DH) de las mujeres, porque no hay una conciencia de ciudadanía femenina, sostuvo la especialista en temas de género, Florinda Riquer.
En un foro de reflexión, a propósito de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia, y Centenario de la Revolución mexicana, la también feminista consideró que el constante reclamo de igualdad, no es suficiente para que las mujeres participen en las esferas políticas.
Para la maestra en sociología, el centro del problema es la calidad de la ciudadanía, pues afirmó «sigue siendo mala». Es decir, los personajes en el poder se han basado en la diferencia sexual, para explicar la falta de participación de las mujeres.
Dijo que en este momento, se observa una democracia electoral donde las mujeres siguen siendo marginadas, excluidas y discriminadas, y en muchas ocasiones ellas son partícipes de este fenómeno.
Pareciera ser «que son las mujeres quienes vigilan, que se mantenga la dominación masculina». Así lo deja ver el acto simbólico de las 13 diputadas electas que decidieron ceder su curial a sus suplentes hombres.
Señaló que hubiera sido un fraude similar, si hubieran renunciado para dar su lugar a otra mujer, sin embargo dejaron la oportunidad de colocar temas en la agenda política. Mencionó que una causa de esto son las cuestiones culturales que ubican a la mujer sólo como reproductora de la sociedad.
Durante el foro, organizado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, la historiadora Patricia Galena recordó que México tiene un retraso en el reconocimiento de la mujer como individuo y como ciudadana.
Recordó que hace 55 años, las mujeres ganaron el derecho al voto, sin embargo –dijo- se tuvo que esperar un cuarto de siglo para tener una gobernadora y después hubo que esperar las reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) para garantizar las cuotas de género.
Agregó que aunque existan estas legislaciones, que buscan garantizar la participación femenina, aún así no se cumplen, por eso en 2008 se integró un sistema de sanciones para quienes no respetaran la ley.
No obstante, esta última medida no fue suficiente porque ahora tenemos fenómenos como el de las diputas que ceden su curul a suplentes hombres, lo cual señaló, debe preocuparnos.
Cabe señalar que el promedio mundial de mujeres legisladoras en el mundo es de casi 12 por ciento. En Europa se ubica arriba del 15 por ciento, mientras en México alcanzó el 16 por ciento en la LVII Legislatura del Congreso de la Unión (1997-2000).
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