Uno de los principales obstáculos para que los hombres se involucren en la salud sexual y reproductiva es la escasa investigación de métodos anticonceptivos que ellos puedan usar, señaló Vicente Díaz, director de la organización civil Mexfam.
El especialista lamentó la inequidad de recursos que destinan los gobiernos a la investigación de estas herramientas y criticó especialmente a los laboratorios farmacéuticos que no invierten en anticonceptivos masculinos aunque sí en medicamentos como los que combaten la disfunción eréctil, los cuales buscan «reafirmar la masculinidad» a través de la erección del pene.
En este sentido, Raffaela Schiavon, directora de la organización Ipas México, criticó la ambigüedad con la que los grupos conservadores están manejando el rol masculino, especialmente en el contexto de la impugnación de las reformas que despenalizaron el aborto en la Ciudad de México.
Recordó que el derecho a la paternidad es uno de los argumentos que se aducen para echar atrás la legislación en la materia, usando así una «teorización del machismo reproductivo» que nunca antes se había visto.
Ambos especialistas participaron en la mesa redonda «El papel de los hombres en la promoción de la salud materna», llevada a cabo el pasado 10 de julio para contextualizar el Día Mundial de la Población, que se celebró ayer. El lema de este año es «Los hombres como aliados de la salud materna», por lo que funcionarios e integrantes de la sociedad civil reflexionaron sobre el tema.
Por su parte, Patricia Uribe, titular del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud, explicó que entre los principales obstáculos para que los hombres se involucren en el cuidado de la salud materna está el hecho de que las políticas públicas en la materia se enfocan exclusivamente a las mujeres. De esta forma, a los únicos hombres que se incluye es a los prestadores de servicios de salud.
Para solucionar este problema, el gobierno se propone brindar información a ambos miembros de la pareja para que conozcan elementos como el uso de anticonceptivos cuando no desean tener hijos, los cuidados que deben tener durante el embarazo y las señales de alarma ante las que se debe acudir al médico.
Es necesario también sensibilizar a otros hombres de la comunidad, como los líderes, que muchas veces son los que deciden si una mujer es llevada o no al centro hospitalario más cercano. Otra tarea de las autoridades federales es instalar o fortalecer los Albergues para Mujeres Embarazadas (AME) que deberán estar colocados en sitios estratégicos cercanos a las comunidades más aisladas.
MENOS ANTICONCEPTIVOS EN ZONAS RURALES
Las mujeres de zonas rurales que no tienen el consentimiento de su pareja para controlar su fertilidad optan por el método definitivo de obstrucción de las trompas de Falopio (ligadura de trompas) en 70 por ciento, mientras que las que están de acuerdo con su compañero lo hacen en menor proporción, expuso Juan Enrique García, director de Estudios Sociodemográficos del Consejo Nacional de Población (Conapo).
El funcionario también reveló que los estados donde menos hombres están de acuerdo con usar anticonceptivos son Quintana Roo, Campeche, Michoacán y Querétaro, con tasas de aprobación de entre 9 y 10 por ciento.
Por su parte, Celia Escandón, coordinadora de Supervisión Operativa del programa IMSS Oportunidades, agregó que la demanda insatisfecha de métodos de planificación familiar en áreas indígenas es de 38 por ciento, por encima de la media urbana y del área rural no indígena. Asimismo, recordó que IMSS Oportunidades atiende a diez millones de personas, de las cuales la mitad está en edad reproductiva.
07/GG