Los senadores y diputados nos traicionaron, al aprobar una ley que ignoró la existencia de los pueblos indígenas, aún cuando el artículo Segundo de la Constitución define a la nación mexicana como pluricultural en su historia, cultura e idiosincrasia», denunciaron las y los participantes del Congreso Nacional de Comunicación Indígena.
Y se pronunciaron por la creación de una instancia autónoma, que maneje los recursos económicos y respete los usos y costumbres de los indígenas, ya que las estaciones de radio y televisión de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) no están en manos de las comunidades.
Las y los participantes en el congreso alzaron la voz para pedir que se les deje de ver a los pueblos indígenas como objetos de estudio, que se amplíe los títulos de concesión para los medios de comunicación indígenas a fin de que sus voces sean escuchadas.
En ese sentido, la legisladora por el PRI Beatriz Pagés Llergo Robollar consideró que «las puertas de las televisora deben ser abiertas a los pueblos indígenas, pero no para difundirlos como una mercancía turístico-folclórica, sino para que expresen su realidad, su lengua, su pensamiento y formen parte de la preocupación ciudadana, pero sobre todo de las agendas políticas, sociales y culturales de los gobiernos».
Durante su participación en la Mesa Uno del Congreso Nacional de Comunicación Indígena, organizado por la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y por la Agencia Internacional de Prensa India (AIPIN), María de la Luz Velasco subrayó que es obligación de los tres niveles de gobierno otorgar los recursos necesarios a los medios de comunicación indígena para que se cumpla con la pluricultural.
La comunicóloga de «La Voz del Corazón de la Selva», ubicada en Chiapas, reiteró que el gobierno no ha cumplido con el artículo Segundo Constitucional, en el sentido de promover la cultura, las costumbres y la lengua materna de las comunidades.
Al igual que los participantes en la Mesa Dos, las comunicólogas María de la Luz Velasco y Marina Carrillo Olaz, se pronunciaron por que el gobierno federal les otorgue certeza jurídica y garantías fiscales para poder, además de que les faciliten la apertura comercial de los medios de comunicación indígena, para hacerse de recursos que les permita modernizar sus instalaciones, sin perder su identidad.
Marina Carrillo, de Radio Aztlán, de Nayarit, comentó que su experiencia dentro de dicha estación es que le ha permitido transmitir sus conocimientos a la comunidad, principalmente a las mujeres, ya que como estudiante de Derecho informa sobre los derechos de las mujeres para evitar que sigan siendo objeto de violencia.
Mencionó que en su municipio Paso de Álica, Nayarit, las mujeres no tienen acceso a los cargos de empoderamiento, no se les permite salir a buscar trabajo fuera de casa, toda vez que están destinadas al cuidado del hogar y de hijas e hijos. Sin embargo, contribuyen a la economía familiar pues se dedican a la artesanía, como es el bordado de blusas, faldas, trajes, además de elaborar collares, aretes y pulseras con chaquira.
Carrillo Olaz reiteró que su trabajo es importante, porque despierta el interés a las mujeres para que sigan preparándose, porque solo en la medida que estudien podrán evitar seguir siendo agredidas.
A decir de Martha Elía Aguilar, de Radio Calenda La Voz del Valle, Oaxaca, sus compañeros de trabajo no están exentos del machismo que manifiestan en cada oportunidad que se les presenta para bloquear el trabajo de las compañeras.
En su momento, la diputada Pagés Llergo Robollar, dijo: «estamos aquí para defender el derecho que tienen los pueblos y comunidades indígenas para adquirir, operar y administrar medios de comunicación, como lo marca la Constitución.
La legisladora priista concluyó: «estamos aquí para evitar que se vuelva a cometer otra injusticia similar a la que se cometió contra las comunidades y pueblos indígenas en la Ley Federal de Radio y Televisión. Aquello fue una infamia sin paralelo en la historia de México».
07/MLT/GG
