La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos (CIDHM) documentó el aumento del Feminicidio en esa entidad, al contabilizar en lo que va del año 11 asesinatos de mujeres y los últimos 8, ocurridos en un lapso de 15 días.
En comunicado, la CIDHM, señala que el feminicidio es resultado de condiciones locales concretas de discriminación, marginación y exclusión que colocan a la población femenina en condiciones de riesgo para su vida y de negación de sus libertades democráticas
En Morelos, las mujeres violentadas carecen de un lugar especializado a dónde acudir para recibir asistencia integral, para las autoridades locales, el problema de la violencia contra la mujer no merece un trato diferenciado del que recibe cualquier víctima de algún otro delito.
No se toma en cuenta que una mujer maltratada por su pareja o por algún familiar, no se enfrenta a un delincuente común y corriente; se ignoran las necesidades psicológicas, legales, físicas de la mujer que se encuentra en una situación de este tipo, puntualiza el documento.
Con ello, el Estado evade una de sus responsabilidades esenciales: garantizar la seguridad de las y los ciudadanos, es claro que estamos ante una violación flagrante a los derechos humanos de las mujeres, abunda.
El Estado no garantiza la seguridad para la vida de la población femenina y cuando ellas han sido violentadas, tampoco les garantiza una atención oportuna, una justicia pronta y expedita.
La CIDHM, enfatiza que no se deben cerrar los ojos a esta cruel realidad que nos golpea severamente, hay que tener en cuenta lo que ocurre en el norte del país y otros estados, así como en otros países pero debemos también detenernos en ver lo que esta pasando en nuestro estado.
En Morelos, las estadísticas nos muestran un número de asesinatos que nos lastima, nos preocupa y alarma, el cual debería ser motivo de una actitud distinta de las autoridades, enfatiza la CIDHM
Desde el 2000 se han encontrado cuerpos de mujeres, que han sido asesinadas de manera violenta y abandonadas en carreteras y terrenos baldíos y de los que, según declaraciones oficiales, esos son casos pasionales, como si este calificativo le quitara lo grave y violento que es la muerte de una mujer.
«Queda claro que el Estado mexicano ha sido rebasado por la violencia social contra las mujeres; que se muestra acartonado y que tiene estructuras profundamente patriarcales que impiden que sea garante del derecho humano a una vida sin miedo y sin violencia para las mujeres» apuntan.
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