En la histórica campaña de Hillary Rodham Clinton a la presidencia de los Estados Unidos, dentro del proceso electoral más importante desde la Segunda Guerra Mundial, todo parecía favorable, hasta que participó en el debate de Philadelphia.
Durante el debate, ocurrido a la mitad de la campaña, sus rivales, incluido el moderador, decidieron bombardearla. Acorralarla. El tema: inmigración indocumentada, con la propuesta del gobernador neoyorkino de otorgarles licencias de conducir a las y los indocumentados, amén de su voto a favor de las restricciones en contra de Irán.
El New York Times, en su edición del 31 de octubre, un día después del debate, habló entonces de su «vulnerabilidad», aunque hasta entonces aventajaba en los sondeos para alcanzar la nominación presidencial demócrata.
Otro detalle más contra su imagen ocurrió durante la celebración de sus 60 años de edad. Elvis Castello le canto el ‘Happy Birthay’, insertándole el ‘Señora presidenta’. ‘Mrs. President’, en lugar de Hillary. Detalle publicado por el rotativo neoyorkino, y además difundido por los noticieros televisivos.
Y no solo eso, Hillary lidera no solo sobre los otros seis candidatos demócratas, sino está favorecida por encima del republicano Rudolph W. Giuliani.
Así, tras el debate, el primero de noviembre, la American Federation of Estate, County and Municipal Employees Union, le mostró su apoyo durante un acto en el que entregó a Hillary unos guantes rojos de box. Y el NYT publicó la fotografía de este hecho, en primera plana.
A partir de ahí los espacios informativos otorgados a Hillary Clinton han sido mayores.
Los resultados de las encuestas realizadas previamente a las elecciones primarias de Iowa indican un inminente triunfo de Hillary, con un 29 por ciento. En Hampshire, dicen que ganará con 43 por ciento. En California con 45 por ciento y Nueva York, por 49 por ciento. Colocan a Obama en segundo lugar y a Edwards en tercero, publicó el NTY el pasado cuatro de noviembre.
La revista Time le dedicó su portada del 19 de noviembre: Joe Klein dialoga con Hillary Clinton. Y al mismo tiempo da a conocer los odios que están alrededor de ella. «What Hillary Believes and Why she thinks she’ll Win», es el titulo que acompaña la foto.
Por lo pronto, en la revista Time, Rich Lowry dice en su articulo de opinión «El mundo de odio que rodea a Hillary», refiriéndose a los conservadores que la odian por ser liberal.
Su matrimonio juega un papel primordial. Sus seguidores lo ven como una unión desordenada que Hillary valientemente preserva ante cualquier provocación; en tanto los conservadores lo ven como un trato corrupto.
07/LPB/GG
