La dirigente sindical de trabajadoras y trabajadores Administrativos del Colegio de Bachilleres de Oaxaca (Stacobao), Julisa Amaya Aguilar, denunció amenazas y el intento de despedirla por parte del director de esa institución, Cándido Coeto Martínez, y el dirigente sindical del Sutcobao, Tomás Matus.
Luego de que el viernes 26 de octubre intentaran despedirla, presentando ante la comisión disciplinaria 12 actas de abandono de empleo, explicó que las autoridades del Cobao lo único que pretenden es desactivar el movimiento sindical de trabajadoras y trabajadores administrativas, que esperan la toma de nota del nuevo sindicato que fraccionaría el Sindicato Único de Trabajadores (Sutcobao) que dirige Matus.
Por ser mujer se ensañan conmigo, pero no van a conseguir que tenga miedo, sostiene la dirigente sindical, quien apunta que ha recibido advertencias que «manda el director» señalando «que si es necesario me va a desaparecer», en tanto Matus llamó a una movilización en los próximos días para evitar que Amaya Aguilar vuelva a su oficina.
Cándido Coeto, ex diputado local y federal, perdió las elecciones frente al PRD para ser de nueva cuenta diputado federal en el proceso electoral de 2006, por lo que fue nombrado director del Cobao, mientras que Tomás Matus ha sido dirigente del Sutcobao desde hace 15 años.
Coeto ha advertido, en diversas ocasiones, que no está acostumbrado a perder, que tiene suficientes amigos «en el primer nivel de gobierno» y que «echará mano de todo lo que esté a su alcance» para terminar con el liderazgo de Julisa Amaya, cuenta la propia dirigente sindical.
«Temo por mi vida, me siento amenazada, perseguida, hostigada en el trabajo. A donde vaya dentro de la institución me siguen, observan qué hago, incluso, me siguen si tengo que ir al baño», relata la trabajadora administrativa, quien este fin de semana tuvo que ser internada debido a un problema de salud derivado del hostigamiento y las presiones.
Yo sé que tienen poder, por eso temo por mis hijas, por la base trabajadora, sin embargo reitera que «a ella no la doblarán», que seguirá luchando por los derechos de sus compañeros a quienes Tomás Matus y Cándido Coeto han negado recategorizaciones, homologaciones y otras prestaciones «porque no son incondicionales».
Líderes como Matus atentan contra la inteligencia de la base trabajadora, la tratan como borregos, por eso decidimos formar el Stacobao, porque las y los trabajadores administrativos estamos muy rezagados en nuestros derechos, apunta la entrevistada.
COBAO, MINA DE ORO
Amaya Aguilar dice que «el Cobao es una mina de oro, porque se maneja dinero de las prestaciones estatales y federales, prestaciones que no llegan a todos los trabajadores y bonos que se reparen entre incondicionales del dirigente sindical Tomás Matus».
Nos hemos dado a la tarea de investigar las irregularidades y eso les molesta; por ejemplo, en 2006 «nos dieron entre tres y cuatro mil pesos por la homologación, mientras que hubo personas que recibieron desde 20 hasta 50 mil pesos, pese a tener menos antigüedad y preparación».
Sin duda, hacer público todo esto nos lleva a tocar intereses profundos y podríamos dar con muchas otras cosas, tenemos pruebas, dice la dirigente sindical de trabajadores administrativos, conformado en un 80 por ciento por mujeres con diversos grados académicos.
Denunció también el «desvió de recursos de la institución para apoyar la candidatura de Tomás Matus, quien aspiraba a gobernar el municipio de Unión Hidalgo, en la región de la Sierra Norte, zona por la cual Coeto Martínez ha sido diputado en varias ocasiones, y que perdieron en los dos procesos recientes.
A nosotras nos han marginado y diría hasta discriminado, por eso el hartazgo y el reagruparnos en defensa de nuestros intereses que de acuerdo con la Ley no es ningún delito, estamos esperando la toma de nota por parte de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, pero somos sindicato desde el momento en que nos constituimos, y tenemos derechos.
En ese sentido, Julisa Amaya explicó que un trabajador con nivel 16, la categoría tope en el tabulador salarial de los trabajadores administrativos de base, gana ocho mil pesos mensuales. Sin embargo, por el mismo nivel y tiempo de trabajo «los incondicionales de Matus» ganan hasta 15 mil pesos.
«Esta ha sido una de las inconformidades que hemos planteado, pues existen en la categoría 16, hasta 15 sueldos diferentes, lo cual depende de quién eres o cómo me caes, con estas actitudes se demuestra que no cuentan ni la preparación académica ni la antigüedad y que la comisión de escalafón no existe, quién decide es Cándido Coeto y Tomás Martínez».
El pasado viernes 26, con 12 actas administrativas levantadas en contra de la dirigente sindical, la comisión disciplinaria intentó despedirla, entregando un citatorio horas antes de una audiencia en el Departamento Jurídico de la institución, donde además le fueron negadas copias del expediente.
La base trabajadora administrativa inició entonces una movilización e impidió que se consumara el hecho, que llevó este fin de semana a Julisa Amaya a recibir atención médica en el hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) derivado del hostigamiento, amenazas y presiones del director general de la institución y del dirigente sindical Tomás Matus.
Por lo pronto, puntualiza, vamos a mantener la lucha, y esperan tener la toma de nota antes de que termine el año, misma que «ellos podrían tratar de impedir», por ello demandamos la intervención del gobernador Ulises Ruiz, para que se haga una revisión de recursos y bienes de la institución, señala un día antes de una audiencia pública con el mandatario.
07/SJ/GG
