Hasta el momento, de acuerdo con las listas de precandidaturas en el Partido Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM), ninguno de estos cumple con las cuotas de género del 60-40 por ciento de participación de hombres y mujeres, como se establece en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).
Según las listas de precandidaturas por el principio de Mayoría Relativa (MR) del PVEM, presentadas al Instituto Federal Electoral (IFE), las precandidatas propietarias representan el 34.3 por ciento de 294 lugares, de 300 que tiene cada partido para contender en el proceso electoral.
En tanto, en el PRI, 70 mujeres figuran en las listas de precandidaturas que aspiran a diputadas federales por el principio de MR, de ellas 46 «están seguras» para contender durante este proceso de elecciones intermedias 2009. Sin embargo, sólo 12 de ellas tienen más posibilidades de ganar, porque disputarán distritos precedidos por una gestión priista, comentó a Cimacnoticias Lourdes Quiñones Canales, diputada por Durango y presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (Onmpri).
Mientras tanto en el PAN, bajo el principio de MR, de los 300 espacios políticos que ocuparán las y los panistas candidatos a diputaciones federales, se tiene el registro de 191 distritos, de 16 estados del país, de los cuales sólo 13 por ciento de las mujeres son propietarias y en contraste el 56 por ciento de ellas ocupa suplencias en las listas de precandidaturas para el proceso de elecciones intermedias 2009.
Y bajo el principio de Representación Proporcional (RP) o plurinominales de los 200 lugares con que cuenta el PAN para participar se tiene el registro de 180 distritos, en 14 entidades de la República, en los cuales las mujeres representan el 33.8 por ciento de las y los propietarios, y en el caso de suplencias ocupan el 68.8 por ciento.
Cabe mencionar, que el jueves pasado, el PAN designó a 11 candidatas a diputadas locales por el principio de RP, de 19 distritos en Jalisco, mientras que por MR no va ninguna mujer debido a «procesos democráticos, la propia ley lo dice, cualquier tipo de cuota queda subsanada», dijo en conferencia a medios locales, Eduardo Rosales Castellanos, presidente del partido político en la entidad.
Las candidatas panistas a diputadas locales por el principio de RP son Margarita Licea González, Claudia Rodríguez, Verónica Rizo López, Cristina Brambila González, Susana Espinoza, Sandra Cristina Hernández, Martha Barbosa, Ana Patricia Flores, Alma Alicia Guzmán, Cecilia Vaca y Judith Domínguez Plaza. Ellas se suman a las 46 panistas que ya han sido designadas para contender a diputaciones federales, según informó Mariela Pérez de Tejada, secretaria de Promoción Política de la Mujer del blanquiazul.
Según medios locales de Jalisco, Rosales Castellanos indicó que por MR no va ninguna mujer debido a que en «procesos democráticos» no fueron electas y añadió que para las diputaciones federales por cada cinco aspirantes a cargos no podrá haber más de 3 de un solo género.
Las cuotas de género surgieron por el «fuerte desequilibrio en la representación política entre hombres y mujeres, este tipo de acciones busca equilibrar las condiciones de competencia que afrontan las mujeres garantizando su presencia y estableciendo mínimos para su participación ya sea mediante la reserva de puestos en las listas de candidatos o mediante la reserva de cargos para ellas», define el documento, editado en 2008.
CUOTAS EN AL, ENTRE 20 Y 50 POR CIENTO
El país pionero en aplicar cuotas de género fue Argentina, en 1991, después de la Conferencia de Beijing, en 1995, esta acción afirmativa se aplicó un año más tarde en México, Costa Rica y Paraguay. Actualmente, 11 de 18 países de América Latina cuentan con mecanismos de acción positiva orientados a reservar plazas dentro de las listas de candidatas y candidatos a cargos de elección popular.
Dichos porcentajes oscilan entre un mínimo de 20 y 50 por ciento. Los países que han adoptado mayor porcentaje en las cuotas son Costa Rica y Ecuador, con 40 y 50 por ciento, respectivamente, señala la investigación y análisis «30 años de democracia: ¿En la cresta de la ola? Participación política de la mujer en América Latina».
De acuerdo con el texto, a más de 10 años de la aplicación de las cuotas de género, éstas han «marcado un antes y un después en los niveles de participación política de la mujer en la región, en la medida en que han acelerado un proceso de incorporación en las instancias de poder que se había caracterizado por su falta de dinamismo».
Pues luego de que se estableciera esta acción afirmativa, la participación política de las mujeres pasó de 14 por ciento a 20.5 por ciento en promedio, en la región.
Sin embargo, según este análisis, realizado por la organización IDEA Internacional, «lo importante no es sólo la existencia de una ley de cuotas, sino es el sistema que lo alberga, la redacción de ésta y el detalle de su implementación, sobre todo en materia de sanciones».
09/GCJ/LAG/GG
