En una nueva forma de transparentar el trabajo legislativo en tiempos que la política y los partidos son duramente cuestionados por la sociedad ante la falta de resultados concretos, cuatro legisladoras de izquierda rindieron de manera conjunta al movimiento de mujeres y organizaciones de la sociedad civil, el pasado miércoles, el primer informe sobre su labor en el Congreso de la Unión.
Con un saldo positivo para el avance de las mujeres en la agenda impulsada en la LIX Legislatura, es posible corroborar el fortalecimiento de la política de género en el Congreso de la Unión; la defensa y promoción de un Estado laico; el presupuesto etiquetado para las mujeres y la iniciativa de ley para Reformar la Ley General de Salud a fin de incorporar la salud sexual y reproductiva.
Además, se ha legislado para que el feminicidio sea incluido en el Código Penal Federal como un delito de orden federal a fin de castigar a los responsables directos e indirectos de la violencia homicida contra las mujeres, y a funcionarios o funcionarias omisos, negligentes o corruptos -como los ex gobernadores de Chihuahua-; la iniciativa será presentada en el próximo periodo de sesiones.
Dos elementos distinguen a las legisladoras del PRD: son mujeres con propuestas que abanderan una agenda feminista y progresista. Su pacto es por dar visibilidad a la lucha de la población femenina ante una sociedad inequitativa, excluyente, violenta y violentada.
De acuerdo con el informe realizado en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, en Coyoacán, las diputadas Marcela Lagarde, Angélica de la Peña y Martha Lucía Micher, junto con la senadora Leticia Burgos, han constatado una y otra vez que la administración del cambio no gobierna para las mujeres, porque no reconoce como un problema nacional la opresión contra el sector mayoritario del país ni la violencia de género, y ni qué decir del feminicidio.
Hay «un Estado monopolizado por intereses oligárquicos y patriarcales; una prevalencia de la ilegalidad y una cultura tolerante y promotora del machismo y la misoginia. Por eso, la negación de éste y otros problemas -como la feminización de la pobreza, la inequidad entre hombres y mujeres y los privilegios masculinos- y las pequeñas acciones desarticuladas, débiles e ineficientes, agravarán la violencia de género y el feminicidio», advirtió la antropóloga Marcela Lagarde.
«Ha sido interesante constatar la tesis sobre la ubicuidad para alcanzar metas aun en minoría política de género», agregó la diputada, quien hizo hincapié en que, desde su posición como legisladora, «la interlocución con el gobierno permite corroborar el pragmatismo, la falta de profesionalismo y el sectarismo grupal y partidista de quienes gobiernan, además de la falta de interés por los grandes problemas nacionales».
Ante esta realidad, la también presidenta de la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios alertó: el compromiso con las mujeres y la causa del feminismo «no vendrá de la derecha. No podemos marearnos ni perder la brújula de un inexistente centro; el único paradigma está en la izquierda feminista».
En su oportunidad, la senadora Leticia Burgos comentó que con la rendición de cuentas «estamos inaugurando nuevas formas para transparentar lo que hacemos en tiempos en que la política, los partidos y los políticos somos duramente cuestionados y cuestionadas».
Presidenta de la Comisión de Género del Senado de la República, Burgos dijo que la agenda feminista que abanderan como legisladoras no sólo es progresista, sino que busca el diálogo y el acuerdo, porque sólo así es posible «dar visibilidad a nuestras causas y nuestros desafíos pero, sobre todo, a nuestros resultados».
Cada una de las legisladoras expuso en un espacio de 20 minutos su informe, mismo que entregó por escrito a las asistentes -legisladoras, feministas, funcionarias, activistas, representantes de organizaciones de la sociedad civil y sindicalistas- para que no sólo puedan leerlo, sino aportar nuevas propuestas.
En su turno, la diputada Angélica de la Peña resaltó la importancia que para la vida legislativa tendría la modernización del Congreso, pues recordó que en la actualidad «todavía impera la aplicación de un Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso que no se ha modificado sustantivamente desde los años 60».
También es importante la reelección legislativa -abundó la presidenta de la Comisión de la Adolescencia, Niñez y Familia de la Cámara de Diputados- «porque la profesionalización y la experiencia en el trabajo inscrito en el proceso legislativo y parlamentario es indispensable para asumir en mejores condiciones cualquier reto. México necesita muchas cosas para dejar de ser un país subdesarrollado; una de esas cuestiones es profesionalizar el trabajo legislativo y parlamentario».
Finalmente, la secretaria de la Comisión de Equidad y Género, la diputada Martha Lucía Micher, dijo que desde la izquierda y desde el feminismo se ha impulsado una nueva forma de hacer política y que, aun cuando cada partido tiene en sus respectivas plataformas políticas y su propia versión de la realidad, «está claro que los límites de los acuerdos están dados por la ética».
Mencionó que algunos logros que como legisladoras de izquierda han impulsado están en la Ley de Presupuesto de Egresos de la Federación 2004 y 2005; entre ellos, destinar recursos etiquetados para la salud sexual y reproductiva de las mujeres, en especial para la planificación familiar y la atención del cáncer.
Además, hay recursos etiquetados para atender la violencia contra las mujeres desde la educación, la salud, la seguridad social y la justicia, junto con la aprobación de 25 millones de pesos para la creación del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género en la Cámara de Diputados.
05/GV/YT
