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Inmigrantes con hijas e hijos estadounidenses viven pobreza

El Pew Hispanic Center (PHC) –cuando el presidente Barack Obama dice que cumplirá con la reforma migratoria que prometió durante su campaña– informa hoy que los y las trabajadoras sin documentos que radican en este país tienden más a la procreación de hijas e hijos, creciendo con esto la tendencia a ser los más pobres habitantes de los Estados Unidos.

El estudio A Portrait of Unauthorized Immigrants in the United States de esta organización expone un dilema creciente en el debate sobre la inmigración: hijas e hijos de indocumentadas e indocumentados nacidos en esta nación tienen la ciudadanía estadounidense, pero viven en la pobreza y la incertidumbre con padres que temen la deportación, tienen los trabajos peor pagados y son los primeros despedidos en una economí­a en crisis, resume la agencia de noticias AP.

Al respecto, Cimacnoticias, dialoga con María, mexicana, con una hija, Celena, que tiene siete años de edad y está en segundo grado de educación primaria.

«Cierto, somos muy pobres. Mi hija, cuando regresa de visitar a sus amiguitas, me pregunta: ¿por qué ellas tienen muchos lápices de colores y yo no? Me pone en aprietos. Y le digo ‘es que nosotras respetamos a los árboles’. Se voltea a verme, totalmente extrañada. Parece que por el momento entiende. Ya veremos después…».

María limpia casas. Su compañero trabaja en un restaurante italiano. Y, dice Marí­a «Todos los ­días rezamos para no perder el trabajo».

TENDENCIA DEMOGRÁFICA

El análisis de Pew, una organización de investigaciones sin bandera política, difundió su comunicado de prensa en el que encontró que las y los aproximadamente 11.9 millones de indocumentadas e indocumentados en el país constituyen el 5.4 por ciento de la mano de obra, principalmente en los rubros laborales peor pagados de la agricultura, la construcción y la limpieza de edificios y domicilios particulares.

Tres de cada cuatro de sus hijas e hijos dice el reporte, –unos 4 millones– nacieron en Estados Unidos. En 2003, tuvieron 2.7 millones de hijos e hijas en el paí­s.

Los hijos e hijas de indocumentadas e indocumentados constituyen uno de cada 15 niñas y niños en la escuela desde el preescolar hasta el último año de secundaria.

Asimismo, ha aumentado la dispersión geográfica del sector, ya que los indocumentados tienden cada vez más a evitar los lugares tradicionales como California y buscan trabajo en las zonas hispanas emergentes del sureste, como Georgia y Carolina del Norte.

En 2008, California tení­a 2.7 millones de personas sin documentos migratorios, la cifra más alta del paí­s y el doble que en 1990, seguido por Texas, Florida, Nueva York y Nueva Jersey. Sin embargo, en términos proporcionales, California tení­a 42 por ciento de las y los indocumentados de todo el paí­s en 1990, comparado con el 22 por ciento en 2008.

Este es el cuadro demográfico en momentos en que el presidente Barack Obama se apresta a iniciar la reforma inmigratoria en los próximos meses, un asunto políticamente delicado que incluye la propuesta de crear para las indocumentadas y los indocumentados un camino hacia la ciudadanía.

El número total de personas sin documentos aumentó espectacularmente en los últimos dos decenios, pero se mantuvo invariable o decreció en los últimos dos años debido a la recesión, además de las deportaciones y la mayor represión durante la presidencia de George W. Bush.

Unos 7 millones de personas indocumentadas (el 59 por ciento), provienen de México. Otras regiones incluyen Asia (11 por ciento), Centroamérica (11 por ciento), Sudáfrica (7 por ciento), el Caribe (4 por ciento) y el Medio Oriente (2 por ciento).

Sus hijas e hijos ocupan una posición precaria en Estados Unidos. Por un lado, la Corte Suprema falló en 1982 que todas las niñas y los niños, tuvieran o no ciudadanía, tení­an derecho a la educación pública. California y algunos estados más les dan algunas facilidades para la matrí­cula universitaria.

Estas niñas o niños pueden solicitar la documentación migratoria para sus madres y padres después de cumplir los 21 años.

El análisis de Pew se basa en datos del censo hasta marzo de 2008. Puesto que la oficina del censo no pregunta a las y los encuestados sobre su estatus migratorio, el cálculo de personas sin documentos se obtiene principalmente al restar la población inmigrante legal del total de la población extranjera.

En tanto, la semana pasada, el presidente estadounidense, Barack Obama habló de reforma migratoria. Y hoy, el New York Times lo felicita por ese paso en su editorial: de cumplir su promesa de arreglar este sistema dañado, aun y cuando el costo signifique tocar el tema más controversial: la legalización, que enloquece a los derechistas republicanos e infunde el temor en muchos políticos demócratas.

Así­, el tema migratorio en esta nueva administración se enciende y con ello reaparece nuevamente la organización de las personas con papeles y sin papeles, quienes se aprestan a marchar este Primero de Mayo por las principales calles de las ciudades más importantes de esta nación, informa Radio Bilingüe.

09/LPB/LAG/GG

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