La realidad histórica de España no sólo abarca guerras mundiales, la guerra civil y la persecución política e ideológica de un sistema dictatorial y falto de libertades que duró 30 años y forzó la salida de muchos españoles urgidos de salvaguardar su vida y encontrar, desde luego, oportunidades diferentes y aspiraciones de calidad que su patria les negaba.
Conocemos los grandes retos tras la muerte de Franco y es justo reconocer la voluntad política promotora del Pacto, único posible para el progreso y el desarrollo como nación de un país dañado por la diversidad ideológica y resentido por la falta de semejanza entre sus connacionales.
Pero España lo consiguió. Hoy libre y parte de la comunidad europea, de nueva cuenta convoca a elecciones para el 14 de marzo, que incluyen a los españoles «ausentes», es decir los que emigraron, los de fuera, y para ellos la oferta es un catálogo atractivo de incentivos y reconocimientos.
Mariano Rajoy, del Partido Popular, ofrece protección social, es decir pensiones asistenciales, para aquellos españoles en el extranjero que carecen del beneficio de seguro social. Promueve incentivos para el empleo de los emigrantes retornados, creando bonificaciones para los contratos formativos en prácticas, también para contratos de trabajadores en riesgo de exclusión social, así como el fomento de la contratación indefinida.
Como todo candidato pondera los alcances durante ocho años de gobierno, con José María Aznar al frente, quien por cierto cumple su promesa de no postularse de nueva cuenta.
Por otro lado, el PSEO con José Luis Rodríguez Zapatero, (Zapatero como lo llaman todos) señala y acusa los errores del partido en el gobierno y el paño de corruptelas a las que no piensa dejar en la impunidad. El asunto electoral es el mismo ventanal que en todas partes del mundo, pero a diferencia de México los españoles fuera de su tierra son merecedores de especial atención, desde luego llevan por delante la intención de conseguir el voto de cada uno de ellos.
Lo elogiable es que muchos de nosotros hemos podido recuperar la ciudadanía española y el derecho a trabajar, residir y optar por los beneficios asistenciales, al igual que cualquier español, e incluso ampliar todo el tema hacia la comunidad europea (poder trabajar en cualquier país de Europa).
Habrá que ejercer nuestro derecho a la democracia, habrá que elegir o un partido de centro reformista con tradición humanista cristiano (el actual Partido Popular) o darle la oportunidad a la alternancia con el PSOE y su vocación socialista. Habrá que votar, la democracia es indispensable para obtener la rendición de cuentas.
*Presidenta de la Asociación de Mujeres Periodistas Communica.
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