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Intentan eliminar ley que impide matrimonio a personas con VIH

«¡Me quiero casar porque soy una persona como cualquier otra, porque también tengo sentimientos!, dijo Lourdes sollozandoa la directora del Registro Civil, Gloria Domínguez, a quien trataba de explicarle por qué quiere legalizar la unión libre que tiene desde hace doce años con Joaquín.

En la mesa, donde la discusión se puso álgida, estaban también Emma Saldaña y Carmen Tarín, directivas de la organización Fátima, que apoya a personas con VIH/SIDA, y el abogado Alfredo Pesquera. Al final se sumó la notaria Felisa Olinda Sáenz.

Y es que el caso de Lourdes y Joaquín no es común. Ambos tienen el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y según el Registro Civil las personas con ese diagnóstico no se pueden casar porque se trata de una enfermedad incurable y contagiosa.

Como argumento, la dependencia estatal antepone el Artículo 144 del Código Civil, que señala entre los impedimentos del matrimonio: «las enfermedades crónicas e incurables, que sean además contagiosas y hereditarias».

Tanto Lourdes y Joaquín -nombres distintos a los reales- como el abogado y las representantes de Fátima sabían que el Registro Civil negaría el matrimonio.

Acudieron con la intención de documentar la negativa para tramitar un amparo contra el Artículo 144, al que consideran discriminatorio.

Lourdes y Joaquín trataron de hacer el trámite como cualquier pareja. La intención no era molestar a la directora del Registro Civil. Pensaban que el oficial que los atendería les negaría el matrimonio y les daría el oficio correspondiente sin ningún problema. Pero la situación se complicó.

EL DIAGNÓSTICO

Se formaron en la fila que está en la entrada de la dependencia. Llevaban toda la documentación en regla, incluidos los exámenes médicos que indican que son seropositivos.

Los atendió una oficial de guardia. Lo normal es que el personal del Registro Civil revise la documentación y, si está en regla, fije ahí mismo la fecha del matrimonio.

La oficial revisó con detenimiento los documentos. Su cara se descompuso cuando vio los exámenes médicos. Tratando de ser discreta, les dijo que la siguieran y caminó hasta la oficina del oficial Humberto Garza Máynez.

Ahí los dejó. Les dijo que debía revisar los documentos y desapareció. Garza Máynez estaba sorprendido. No sabía de qué se trataba. Emma Saldaña le explicó. El funcionario advirtió que el caso era delicado.

La oficial regresó minutos después. Les informó que no podía hacer el trámite porque no entendía los términos técnicos de los exámenes.

Garza Máynez le comentó a su compañera que él sí los entiende. Le explicó que de acuerdo a los exámenes, tanto Lourdes como Joaquín eran seropositivos.

La oficial argumentó que no podía hacer el trámite porque estaba de guardia. Las representantes de Fátima alegaron que ése no era motivo suficiente para que no los atendiera.

Ambos oficiales decidieron entonces que los atendiera personalmente la directora del Registro Civil. Todos subieron al primer piso, donde se localiza la oficina de Gloria Domínguez. La funcionaria no estaba. Decidieron esperarla.

La directora no tardó mucho y los pasó a una sala de juntas. Al inicio la reunión fue cordial, pero poco a poco fue subiendo de tono. Emma Saldaña le explicó a Gloria Domínguez la importancia de documentar la negativa para poder tramitar un amparo.

No es nada personal, la lucha que estamos dando contra la discriminación que sufren las personas con SIDA es de muchos años, aclaró.

Gloria Domínguez revisó los documentos y señaló que antes de dar una respuesta necesitaba enviar los exámenes médicos al Sector Salud para que los interpretara. ¿Qué les va a interpretar, si están más que claros, los dos son seropositivos?, cuestionó Emma Saldaña.

La directora alegó que no conoce los términos técnicos de los exámenes. Los documentos fueron expedidos por el Instituto Chihuahuense de Salud y dicen textualmente: VIH: Reactivo por MEIA.

Emma Saldaña insistió: «Garza Máynez es químico, él sabe interpretar perfectamente estos exámenes, háblele, que le explique». Gloria Domínguez se negó: «Sí, tenemos aquí quién interprete los documentos, pero quiero que sea la autoridad correspondiente quien lo haga».

Emma Saldaña arremetió: «El Instituto Chihuahuense de Salud es autoridad en la materia, fue el que emitió los exámenes; además, Lourdes y Joaquín están aquí, ellos están confesando que tienen el VIH, qué más prueba quiere, no veo el caso de retardar la respuesta».

Gloria Domínguez respondió: «No dudo de su palabra, pero el caso es delicado, es el primero de este tipo que me toca atender y quiero hacerlo como corresponde».

El abogado Alfredo Pesquera intervino: «Los exámenes son muy claros, no requieren más interpretación, señalan que la señora y el señor tienen VIH, lo que se requiere es una respuesta del Registro Civil a la solicitud de matrimonio que están haciendo».

También Carmen Tarín cuestionó: «¿Por qué esta vez hay tanta renuencia si otras personas en la misma situación han venido y allá abajo, donde les revisan los documentos, les niegan de inmediato el matrimonio?».

La directora del Registro Civil aseguró que es el primer caso de personas en esta situación que pretenden casarse en esta ciudad.

Joaquín también alegó: «Nosotros le estamos diciendo que tenemos el VIH desde hace nueve años, ahí están los exámenes médicos, no hay por qué interpretar los datos, son muy claros».

Gloria Domínguez reiteró la necesidad de esperar a que el Sector Salud interprete los exámenes. «Tenga confianza, le voy a dar una respuesta por escrito», le respondió a Joaquín.

Emma Saldaña trató de persuadir a la funcionaria: «Llámele a un médico del Sector Salud, dígale los términos médicos y que los interprete para que usted los entienda».

Gloria Domínguez no cambió su postura: «Les voy a dar la respuesta por escrito, ésa es mi responsabilidad, pero hasta que el Sector Salud interprete los exámenes».

«¿Cuándo estará la respuesta?», cuestionó Emma Saldaña. La directora del Registro Civil acotó: «Cuándo tenga la interpretación del Sector Salud».

Las representantes de Fátima decidieron notariar la reunión para documentar el compromiso de Gloria Domínguez de entregar la respuesta. La funcionaria aceptó.

Llegó Felisa Olinda Sáenz, de la Notaría Pública número 22. La idea era notariar el acuerdo, pero la discusión se puso más tensa.

A Emma Saldaña no le pareció que en presencia de la notaria Gloria Domínguez argumentara que daría la respuesta con posterioridad para revisar la documentación. «No me gusta su falta de integridad y honestidad, eso no fue la razón que nos dio», le señaló la representante de Fátima a la directora del Registro Civil.

Gloria Domínguez aceptó que la Notaria asentara su argumento de dar una respuesta hasta que el Sector Salud interprete los exámenes médicos. Confió en que la respuesta estuviera ayer martes entre la una y las tres de la tarde. La cita fue en su oficina.

Lourdes pidió la palabra. Quería que la directora del Registro Civil la escuchara. «¡Me quiero casar porque soy una persona como cualquier otra, porque también tengo sentimientos!», expresó con voz entrecortada y con el llanto contenido, que finalmente brotó.

Gloria Domínguez le contestó: «La entiendo, pero yo no hice las leyes, yo tengo que respetar lo que dice el Código Civil».

«Quiero abrir el camino para otras personas porque no somos los únicos que estamos en esta situación; yo no sé hablar bonito, no me puedo expresar bien, pero le digo que no es justo, que no está bien que nos traten diferente sólo por la enfermedad que tenemos», enfatizó la mujer.

Lourdes y Joaquín tienen doce años en unión libre. Los dos son divorciados. No tienen hijos juntos. Ambos tienen de sus primeros matrimonios. Él tiene una hija de quince años y ella dos jóvenes y una jovencita.

Se enteraron que tienen el VIH hace nueve años, cuando Joaquín se puso enfermo. Lo llevaron al Hospital Central y le diagnosticaron cirrosis.

Su problema se agravó y lo internaron en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Le hicieron más estudios y diagnosticaron que era seropositivo.

Lourdes supuso que también ella estaba infectada. Le hicieron exámenes y confirmó su sospecha. «No me dio miedo, al contrario, pensé que debía trabajar más para dejar estables a mis hijos, para poder ayudarlos», asegura.

Los dos toman medicamentos. Se acercaron a Fátima hace tres años. Ella no ha resentido la enfermedad. «Sólo las medicinas me recuerdan que tengo este padecimiento», comenta.

Pero a Joaquín sí se le ha deteriorado la salud. Apenas la semana pasada sufrió una crisis. Por eso su urgencia de casarse. Él tiene pensión y servicio médico del IMSS. Sabe que sólo casándose puede proteger a Lourdes, por eso acudió al Registro Civil a conocer los requisitos para tramitar el matrimonio.

Pero se desanimó cuando vio que entre los requisitos está el examen médico. Sobre todo cuando le dijeron que es para confirmar si tiene o no una enfermedad incurable y contagiosa.

Cuando consultó a las directivas de Fátima, le explicaron el Artículo 144 del Código Civil y la lucha que esta organización emprendió desde hace meses para echar abajo esa legislación.

Consultaron abogados. Les dijeron que un amparo contra esa ley es la forma más rápida y efectiva de salir adelante. Confían en que lo lograrán porque es un reglamento que viola varios artículos de la Constitución y muchas leyes internacionales de derechos humanos.

07/DV/GG

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