Hace 34 días, Daniela Castellanos Carmona salió de su casa y no volvió. Su madre, Rosalba Carmona Pérez, quiere saber si su hija de 17 años se encuentra bien, que no corre ningún peligro, pero sobre todo quiere que vuelva su casa.
Aunque la familia ha interpuesto una demanda ante las autoridades judiciales, 72 horas después de la desaparición de la joven, es la familia quien más ha tenido que investigar por su cuenta y sólo reciben la visita del agente investigador asignado quien se presenta en el lugar para saber «que noticias le tienen».
Al hablar de lo sucedido, Rosalba Carmona se muestra fuerte pero a ratos la voz se ausenta de su garganta, pese a todo saca fuerzas para pedir que la ciudadanía oaxaqueña la ayude, que si alguien reconoce a Daniela, si saben dónde está que le avisen porque lo único que quiere es que su hija vuelva a casa.
Entre sus manos sostiene una hoja de papel tamaño carta, ahí está impresa la fotografía de la joven estudiante de bachillerato, sus datos y teléfonos: Daniela ha sido una buena hija, es introvertida y una buena estudiante, relata a Cimacnoticias.
Cuenta que hace poco tiempo, su hija empezó a cambiar y en la escuela las cosas no iban tan bien, sin embargo, habían hablado con ella y establecido el compromiso de ayudarla para salvar el año, si era necesario lo repetiría, ese no sería problema.
Rosalía ha buscado a Daniela en las casas de sus ex compañeras del Colegio de Bachilleres de San Antonio de la Cal y amigas del equipo de futbol soccer, sin obtener resultados.
Una tras otra sus amigas y compañeras han ido a buscarla, la respuesta de sus ex compañeras es coincidente, pues no pueden creer que ella haya decidido irse de su casa, incluso aseguran que «eso podrían esperarlo de ellas, pero no de Daniela».
Tras 34 días de ausencia, Rosalba tiene miedo de que su hija esté sufriendo. Nadie contesta su teléfono celular que manda a quien llame a buzón.
La madre de Daniela sabe que ella tiene un amigo de nombre Mario que estudia en Cuernavaca, Morelos, encontró su número telefónico, llamó, pero la respuesta que obtuvo fue que el teléfono lo dieron de baja.
Sin tener noticias de su hija, «cada día es una pesadilla» para Rosalba, quien cuenta que su hija es una «devoradora de libros, habla inglés y tiene una buena conversación». Si iba al cine lo hacía acompañada de su hermano de 11 años de edad, no tenía amigos y las amigas eran de la escuela o del futbol, pero nada mas, dice.
«Por eso temo por mi hija», insiste.
«Algunas personas me dicen que no me preocupe que al menos no la secuestraron ¿pero quien me garantiza que mi hija está bien, que no está sufriendo, que no la engañaron a cambio de apoyo, porque ella estaba agobiada por sus malas calificaciones?», se pregunta Rosalía, mientras dibuja cuadros en una libreta.
En la casa hay un profundo silencio. La hermana de Daniela y su hermanito están tristes, también su papá: «Yo extraño el ‘abrazo de oso’ que me daba siempre cuando llegaba del trabajo. Vivo una gran incertidumbre por no saber nada de mi hija, por los peligros que encierra la calle. Pido que si alguien la ve, que le digan que la estamos esperando en la casa, en su casa».
Daniela Castellanos Carmona tiene 17 años de edad, su estatura es de 1.68 centímetros, ojos color café oscuros, cabello rizado, piel morena, son las señas que dan sus padres.
Ella salió de su casa explican, en la avenida Símbolos Patrios 223, Colonia Miguel Alemán de la ciudad de Oaxaca, el martes 29 de julio de 2008.
Por último piden apoyo a la ciudadanía: «Si alguien sabe de ella pueden comunicarse a los teléfonos: 01 (951) 5-474-44-85, 549-45-08 y 512-49-01 o al celular 951-182-36-64».
08/SJ/CV
