En un hecho sin precedentes, el martes pasado, el Episcopado Español aprobó el uso del condón a fin de combatir el Virus del VIH/Sida, un día después, se retractó, seguramente después haber sido regañado por el Vaticano.
La noticia en México causó revuelo entre jerarcas de la iglesia católica que de inmediato se aprestaron a hacer declaraciones a la prensa para desestimar lo dicho por el vocero de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino con relación a la aceptación del clero español de la utilización del preservativo como medio para evitar el contagio del virus.
Pero la reacción no fue solo de la iglesia mexicana, otros sectores de la sociedad como la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir, (CDD) se congratuló por la noticia, sin embargo, la alegría fue pasajera.
Mientras los prelados clamaban que el uso del condón es un pecado, integrantes de CDD aprovecharon la ocasión para exigir a la iglesia en México, eliminar la prohibición del condón.
Allá por la Basílica de Guadalupe, el cerro del Tepeyac, donde se encuentra la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dos obispos, el de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi y el de Matehuala, Rodrigo Aguilar, fijaron la postura de la CEM en el sentido de que «el uso del condón, es pecado e inmoral».
Más aún, descalificaron al vocero de la Conferencia Episcopal española y se resistían a creer esas afirmaciones hasta conocer un comunicado oficial que viniera de España.
El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, sostuvo que la iglesia es tolerante al uso del condón, sobre todo con aquellos que «no pueden controlar sus instintos» y por ello, estimó que el preservativo es «un mal menor».
El uso del condón, aclararon, no es motivo de excomunión, como en el caso del aborto, al que los obispos calificaron no sólo de pecado de moralidad, sino de castidad.
Las católicas progresistas pidieron a su iglesia en México, permitir el uso del condón»como prueba de su vocación humanitaria», bajo el argumento de que las objeciones de la jerarquía son estrictamente morales.
Un día después de las declaraciones de Martínez Camino, el Episcopado español se retractó y desmintió la aceptación del condón como recurso para prevenir el VIH/Sida.
En un comunicado, la Conferencia Episcopal Española avaló solamente como método para evitar el contagio del virus, la fidelidad y la abstención, al igual como ocurrió aquí con los jerarcas mexicanos.
«A diferencia de lo afirmado desde varias instancias, no es cierto que ha cambiado la doctrina de la iglesia sobre el preservativo», aclaró el clero español.
Tras conocer la rectificación de la iglesia española, CDD calificó de autoritaria, la forma en que el Vaticano pretende asumir cualquier tema relacionado con la sexualidad y el VIH/Sida.
En este contexto, la vocera de la organización Aidé García, enfatizó que al interior de la iglesia no existe una idea única al respecto, ya que obispos de Brasil, Francia y Sudáfrica han flexibilizado su posición en respuesta al aumento de casos del sida que cobra la vida de miles de personas en el mundo.
En México, los grupos conservadores como Provida, acérrimo opositor al uso del condón así como a los derechos sexuales y reproductivos de la población y aliado de la jerarquía católica, cuentan con el apoyo del gobierno.
En la historia de Provida, figura el desvío que le hizo en 2002, el entonces presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, el panista Luis Pazos de 30 millones de pesos que originalmente habían sido asignados a combatir el Sida.
De acuerdo con el informe del Centro Nacional para el control y prevención del VIH/Sida de noviembre de 2004, en México existen 43 mil casos notificados y 160 mil personas viviendo con Sida.
2005/SM/LR
