Pese a la abolición de la esclavitud, hace 200 años, ésta sigue existiendo, afirma el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), y hoy son las niñas y niños quienes son víctimas de trata para ser conminados en depósitos de trabajo y trato sexual.
El organismo señala que se estima que cada año 1.2 millones de niñas y niños son víctimas de trata para realizar tareas domésticas, trabajar en fábricas, ser jinetes de camellos, soldados y esclavas sexuales.
La niñez, apunta Unicef en un comunicado de prensa, es la más vulnerable a sufrir abusos de sus derechos humanos y es quien menos puede defender sus derechos.
Es por eso que la celebración de los doscientos años de la abolición de la esclavitud ofrece la oportunidad única de erradicar la trata de infantes.
Además descarta que la trata de personas genere, según estimados, 9.5 billones de dólares al año, lo cual atrae a organizaciones criminales que lideran la corrupción a una escala global.
De ahí que la Unicef llame a detener este crimen y al mismo tiempo a reforzar las leyes para terminar con la explotación de la niñez.
En el 2005, la Unicef firmó un acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos para el retorno de infantes que laboraban en el negocio de los camellos a sus países de origen. De tal suerte que mil niñas y niños jinetes de camellos regresaron a sus hogares y se reunificaron con sus familias en Bangladesh, Mauritania, Pakistán y Sudan.
La Unicef, finalmente, tiene el propósito de erradicar esta moderna esclavitud, atacando las causas, como la pobreza, mejorando la educación, eliminando la discriminación y la violencia. Además de realizar esfuerzos para que durante la reunificación familiar se involucre a la familia, la comunidad y sean los gobiernos quienes soporten los esfuerzos de protección al ambiente de las niñas y niños. Porque así se evitará la violencia, abusos y explotación en contra de las niñas y los niños.
07/LPB/GG
