Después de una contienda electoral preñada de dimes y diretes, pero sobre todo de una campaña gubernamental panista dirigida a propagar el miedo y de plano acabar con la opción que representaba, Andrés Manuel López Obrador, y la coalición Por el Bien de Todos, no anunciaba un resultado feliz y ya lo estamos viendo. La legalidad electoral está en cuestión.
El optimismo de una ventaja arrolladora a favor de Andrés Manuel López Obrador fue evidentemente opacado por los artificios y engaños que se han instrumentado por el poder fáctico y que ha quedado claro con la actuación del IFE y en el conteo de resultados preliminares y con la actitud dolosa y morosa de la FEPADE para resolver las denuncias que tendrían efecto previo a la elección.
El voto heroico de la ciudadanía tendrá que contarse y contarse muy bien para que vuelva la legalidad a su curso, después de la escaramuza del IFE con el proceso de resultados preliminares (PREP) no le queda otra a las autoridades electorales.
Es por tanto encomiable felicitar la concurrencia a las urnas que subió a más del 50 por ciento cuando se auguraba un escenario de abstención.
Felicitamos sinceramente a todos los ciudadanos que acudieron a las urnas y que sufragaron sin amago alguno. Es un avance que no se encuentre en la violencia, el medio para dirimir controversias y el camino para la defensa de la voluntad ciudadana sea la institucional. Por el bien del país se debe exigir que la legalidad no se tuerza más.
La estabilidad social del país depende en gran medida del desenlace final de está jornada, exijamos que prive la legalidad y la transparencia electoral en la defensa y respeto irrestricto de la voluntad ciudadana y esto es posible solo sí se cuenta acta por acta y voto por voto.
*Legisladora mexicana por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), actual Presidenta de las Comisiones de Desarrollo Social y la Especial para investigar el feminicidio en México en el Senado.
06/LB/LR/CV
