En Kenia el matrimonio de menores de edad y la mutilación genital femenina (MGF) serán crímenes castigados con un año de prisión y una multa, declaró ayer el presidente Daniel Arap Moi.
La presidenta de la organización keniana Desarrollo de Las Mujeres, Zipporah Kittony dijo en una entrevista con el diario East African Standard que el proyecto de ley es un paso importante al camino de los derechos de las mujeres que va a permitir que las niñas puedan terminar la escuela sin la presión de someterse a la MGF.
En Kenia viven más de 15 millones de mujeres, seis millones de ellas son menores de 14 años. Alrededor de 50 por ciento de las kenianas han sufrido la practica de MGF, evalúan las Naciones Unidas y Amnistía Internacional. La tasa del matrimonio de menores de edad es de 40 por ciento.
La tradición de la MGF se practica particularmente en las zonas rurales. En algunos distritos marginales y rurales en el oeste del país el porcentaje de mujeres que sufrieron esta tradición dolorosa es entre 80 y 90 por ciento.
El proyecto de ley que penalizará el matrimonio con menores de edad y la practica de MGF — ambas graves violaciones de derechos humanos de las niñas, de acuerdo UNICEF–, pasó al Parlamento y fue presentado al presidente para firmarlo. En 1996 la mayoría del Parlamento keniano rechazó la imposición de una ley semejante.
El diario Daily Nation opina que lo más relevante es la educación de los derechos de las mujeres y niñas.
Un ejemplo fue Guinea, donde después de una intensa campaña de educación por parte de organizaciones sociales y gubernamentales y programas para apoyar económicamente a las mujeres las tasas de FMG bajaron 20 por ciento, revela un informe del Banco Mundial.
En ese país africano se prohibió la FMG legalmente y datos de AI indican que en 1997 el 80 por ciento de la población femenina era víctima de la mutilación genital.
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