La espalda es más sincera que el frente del cuerpo, sostiene Wataru Ohashi en su libro Cómo leer el cuerpo (Ediciones Urano, 1995), habla más de nosotras/os, de cómo nos vivimos en el mundo y, sobre todo, dice Ohashi es «más reveladora de nuestro interior».
Para este autor de origen japonés, una de las causas de los dolores de espalda se debe a las emociones que pueden tener, según su intensidad, distintas cargas de energía.
La molestia se localizará en determinado lugar dependiendo del tipo de emoción. Así, una tensión en la espalda media (lumbar) puede revelar que hay rabia y que en el hígado y la vesícula biliar hay problemas para su buen funcionamiento.
Para hacer una lectura más clara de cómo nos encontramos desde esta parte del cuerpo, un factor importante en la espalda es ubicar donde se encuentra el centro de gravedad. Ohashi nos brinda ejemplos.
Muchas mujeres, dice, caminamos con la espalda muy recta, quizá a causa del uso de zapatos con tacón alto, un buen signo que «revela una actitud sincera y positiva hacia el mundo». Lo importante en este caso es observar si el centro de gravedad está alto (en el corazón), ligeramente debajo del plexo solar (zona lumbar) o bajo, en el abdomen.
Una persona de espalda con centro de gravedad alto podría hablar de una naturaleza honrada, pero con cierta tendencia a vivirse con una emoción excesiva.
Para Ohashi, «cuando el centro de gravedad está en el corazón, la respiración es superficial y la persona se emociona fácilmente», puede carecer de voluntad y empuje para actuar.
Una tendencia al elitismo y al orgullo estará en una columna inclinada para atrás. «Esta persona se mantiene distanciada del mundo y con demasiada facilidad crítica a los demás», puntualiza.
En cambio, alguien con espalda recta –con el centro de gravedad bajo— es indicador de una persona de principios y fuerza de voluntad. La cabeza reposa bien equilibrada sobre los hombros, los hombros están relajados y al mismo nivel, el peso de la parte superior del cuerpo descansa en las caderas, sin provocar tensión en las piernas.
Esta es, según Ohashi, una persona integrada con determinación y una visión «clarividente» del mundo, realista, de ideales nobles, lista para actuar en pos de sus ideales.
De pie, sin zapatos, con pies colocados en paralelo, observa de acuerdo con esta breve guía donde se encuentra tu centro de gravedad, de acuerdo a la forma cómo estás desde la espalda. ¿Lo ubicaste? Con los ojos abiertos quédate ahí un momento. ¿Te descubres en alguna emoción?
*Periodista mexicana
2004/BJ