Las elecciones federales para renovar la Cámara de Diputados el 6 de julio de 2003, tendrán que darse bajo nuevas reglas: las mujeres dejarán de ocupar los puestos suplentes y tendrán que representar 30 por ciento de las listas de candidaturas propietarias.
Así lo establece el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), aprobado el pasado 30 de abril, que garantiza que las listas de candidaturas para las senadurías y diputaciones federales no contengan más de 70 por ciento de un mismo sexo.
La también llamada «ley de cuotas» otorga especial importancia a los comicios federales del 2003 donde los y las electoras deberán elegir a 500 diputados y diputadas que nos representarán en la LIX Legislatura.
Aunque esa disposición se encuentra asentada en el Cofipe desde 1996, ésta deriva en una recomendación incumplida al no contener ningún tipo de sanción contra los partidos políticos que fingían acatar la ley colocando a las mujeres en puestos suplentes a sabiendas de que sólo podrían acceder a un cargo de representación popular si el diputado titular pedía licencia o fallecía.
En este contexto, la «ley de cuotas» es una forma de promover la equidad entre hombres y mujeres en el ámbito de la política, ya que a pesar de que somos más de la mitad de la población, actualmente de los 500 diputados, sólo 83 son mujeres.
Lo anterior significa que actualmente los intereses y las necesidades de las mujeres están subrepresentadas, pues recordemos que quienes integran la Cámara de Diputados deciden, entre otras cosas, qué hacer con nuestros impuestos, y de qué forma son utilizados éstos para poner en marcha programas gubernamentales de atención a la salud, la vivienda o la educación.
La promoción de la participación política de las mujeres es una obligación para los partidos políticos ya que el Cofipe marca claramente que a todo aquel partido que tenga más de 70 por ciento de candidatos propietarios de un mismo sexo, se le negará el derecho al registro de sus candidatos hasta que corrijan su error, o de los contrario no podrán participar en las elecciones. En el caso de las listas plurinominales, deberá existir por lo menos una mujer por cada dos hombres.
A diferencia de nuestro país, donde el promedio de participación de las mujeres en la política es de apenas 15 por ciento, en países donde han adoptado acciones afirmativas, como Alemania, Gran Bretaña, Francia, Finlandia y Suecia, la representación femenina asciende hasta 40 y 50 por ciento.
En el caso de México, a la fecha, son once los estados que cuentan con leyes a favor de la participación política de las mujeres: Chihuahua, Durango, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Colima, Distrito Federal, estado de México y Coahuila.
De ellos, San Luis Potosí es el estado con menor porcentaje de representación femenina, apenas con una diputada en el Congreso del estado. El Distrito Federal es la entidad con mayor participación femenina, con 17 diputadas en la actual Asamblea Legislativa. No obstante, de respetar la «ley de cuotas» en los próximos comicios, el número de diputadas podría ascender de 83 a 150.
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