Las guatemaltecas son víctimas de violencia institucional, por el hecho de que las instancias responsables no asignan recursos para proyectos específicos, lo que limita el ejercicio, goce y disfrute de sus derechos humanos, entre ellos el del acceso a la tierra.
Así lo informó Marta Alicia Monterroso, presidenta de «Nuevo Amanecer, Rayo de Esperanza para Familias Unidas», quien dijo que a pesar de que en Guatemala existe un marco jurídico que establece la igualdad de oportunidades, eso es letra muerta porque los gobiernos, no lo llevan a la práctica.
La activista dijo a Cerigua que en las áreas urbanas existe una minoría de mujeres que por tener alguna solvencia económica o un trabajo un tanto digno, pueden acceder a la propiedad de la tierra, no así las de las áreas urbanas marginales.
En el área rural los hombres no cuentan con ese derecho y para las mujeres es aún más difícil, no sólo porque las tierras están en muy pocas manos, sino porque se les considera incapaces de administrar sus propiedades; sin embargo hemos mostrado habilidades empresariales, anotó.
Las guatemaltecas solo pedimos oportunidades para desempeñarnos y derrotar la idea machista de que sólo servimos para cocinar y tener hijos, afirmó Monterroso.
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