Las empleadas del hogar realizan «una labor desprestigiada, mal pagada y no regulada de manera adecuada: son discriminadas y despedidas de manera injustificada, trabajan largas jornadas, no tienen vacaciones y la mayoría desconoce sus derechos», denunció Marcelina Bautista Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar A. C. (CACEH).
En el marco del Día Internacional de las Empleadas del Hogar, que se celebra el próximo 30 de marzo, Bautista señaló la necesidad de reformar el Capítulo XIII de la Ley Federal del Trabajo, para que verdaderamente sean tutelados los derechos de las empleadas del hogar, de acuerdo con un boletín de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
«Esperamos que haya voluntad para que se revise la propuesta. Aportamos económicamente a nuestro país. No reconocer nuestro derechos como una población importante nos hace invisibles», dijo.
Y advirtió que la situación en América Latina es muy similar a la de nuestro país. No obstante, el activismo por alcanzar la reivindicación de esta labor es un logro para todos los países de la región. Por tal razón destacó el avance por la dignificación en Bolivia, Perú y México.
De origen mixteco, Marcelina Bautista nació en 1966 en el seno de una familia de campesinos en Tierra Colorada, cerca de Nochixtlán, Oaxaca. A los 14 años, dejó su hogar para dirigirse a la Ciudad de México y ofrecer sus servicios de limpieza. En ese entonces esa fue su única opción laboral debido a que sólo contaba con estudios a nivel primaria y no conocía a nadie.
Sobre esa experiencia, relató que su expectativa era muy diferente a lo que en realidad sucedió, porque las costumbres de los dueños de la vivienda eran distintas por su origen judío. «Lo más difícil para mí fue no entender a los patrones, porque no hablaba español sino mixteco. Había niños con quienes interactuaba, por lo que tuve que aprenderlo rápidamente».
Trabajar toda la semana, sin dinero suficiente para continuar sus estudios y sin conocer la ciudad, significó para Marcelina Bautista el mayor impedimento para desarrollarse plenamente. «Cuando comencé a salir y a conocer personas, inicié varios cursos de capacitación en mis ratos libres, incluso de guitarra. A través de pláticas sobre la situación de las y los trabajadores, con gente de la organización Juventudes Obreras Cristianas, fue como comencé a tomar conciencia de que las trabajadoras del hogar teníamos derechos como cualquier persona».
Durante tres años se capacitó junto con otras compañeras sobre derechos laborales, con el objetivo de formar un colectivo que los promoviera y defendiera. En 1988 creó el Grupo de Trabajadoras del Hogar La Esperanza, que ofrecía capacitación y bolsa de trabajo.
«Desde ahí pudimos conocer organizaciones a nivel internacional y participar en ellas. En 1988 se celebró en Bogotá, Colombia, el Primer Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Trabajadoras del Hogar. Producto de esta reunión se conformó la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar, (Conlactraho) y se instituyó el 30 de marzo como el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar».
En el 2000, después de trabajar durante 21 años como empleada del hogar, gracias al apoyo de diversas instituciones como la Fundación McArthur, Marcelina Bautista fundó el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar A. C. (CACEH), espacio de aprendizaje y desarrollo personal.
«A través de la experiencia de las mismas trabajadoras, el CACEH brinda los fines de semana ?a 40 personas en promedio- cursos de capacitación, autoestima, servicio de colocación con las mejores condiciones de salario y trato, información patronal, valorización económica y social de la labor doméstica, y derechos sexuales y reproductivos».
La Secretaria General de la Conlactraho indicó que en México existen cerca de 2 millones de empleadas del hogar. Por esa razón editó el Manual de divulgación para las empleadas del hogar en el ejercicio del trabajo y servicio doméstico desde el marco laboral, mediante el cual pretende ser un instrumento de orientación, no sólo a las trabajadoras del hogar, sino a otros sectores de la sociedad.
Marcelina Bautista recibió el Reconocimiento «Hermila Galindo» 2006, que otorga la CDHDF, por contribuir a visibilizar la problemática que enfrentan las mujeres que se dedican a este oficio, brindar las herramientas a este sector vulnerable para aminorar su situación y sensibilizar a la población sobre los conflictos que padecen.
CAMPAÑA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Empleadas del Hogar, la CDHDF se sumará mañana 27 de marzo al esfuerzo de CACEH para poner en marcha la Campaña por la no discriminación y difusión de los derechos laborales de las empleadas del hogar, con el propósito de lograr la sensibilización y concientización entre los habitantes del Distrito Federal.
El año pasado la CDHDF organizó el Foro Derechos Humanos, Discriminación y Violencia Hacia las Empleadas del Hogar por su Ocupación, con el propósito de ofrecer instrumentos que garanticen la salvaguarda de los derechos de este segmento de la población en situación de vulnerabilidad.
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