Legisladores republicanos y demócratas lograron hoy un tentativo acuerdo migratorio, que incidirá en el estatus legal de los 12 millones de indocumentadas e indocumentados y fortalecerá las fronteras del país, informó hoy el senador demócrata Edward Kennedy, uno de los principales negociadores.
Kennedy adelantó la aceptación del acuerdo por parte del presidente George Bush.
Por lo pronto, se pondrá a consideración del pleno del Congreso este lunes.
La iniciativa podría legalizar a la mayoría de los 12 millones de inmigrantes irregulares que arribaron al país antes de 2007, que paguen una multa de cinco mil dólares y demuestren no tener antecedentes penales.
Las y los jefes de las familias indocumentadas podrán disponer de un período de ocho años para legalizarse. Pero en caso que decidan no hacerlo, su nueva visa tipo z se renovará indefinidamente.
La propuesta prevé también el ingreso de hasta 400 mil trabajadoras y trabajadores temporales cada año, que podrán renovarlas al salir del país, aunque para ellos no exista un camino para su legalización.
No se trata de una amnistía, aseguró el senador republicano Arlen Specter, adelantándose a las críticas de quienes se oponen a la reforma. «El proyecto restaurará el imperio de la ley».
«Es demasiado bueno para ser cierto», dijo a ABC World News una señora mexicana que viven California y tiene 8 años de residir en el país. Con esto será posible que las familias no se desintegren y que mi esposo gane el dinero real, de acuerdo con la ley, aseguró.
Organizaciones de migrantes de California, Florida y Nueva York muestran su entusiasmo con el acuerdo porque, dicen, finalmente saldrán de las sombras.
En el proceso de legalización, se daría a las y los indocumentados tiempo para pagar sus impuestos, sus multas.
Kennedy dijo: esta iniciativa es la mejor oportunidad que tenemos en años de asegurar nuestras fronteras y sacar a millones de personas de las sombras, aunque su aprobación por el pleno de la Cámara Alta no está asegurada, pero se abre el camino para que de manera formal se abra el debate entre quienes legislan.
El presidente George Bush se mostró muy complacido, pues es importante dar una solución a la reforma migratoria comprensiva. Y urgió al Congreso a aprobarla para que la firme este año.
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