Rodolfo Montiel Flores y Teodoro Cabrera García, los campesinos ecologistas que tras ser perseguidos por el ejército, torturados y encarcelados dos años lograron detener la deforestación de la sierra de Petatlán, Guerrero, comenzaron una nueva lucha, ahora contra las intenciones de la Organización Mundial de Comercio OMC, de controlar los recursos naturales de los países pobres.
Me topé a los dos campesinos, indultados por Vicente Fox en 2001, en un camión en Cancún donde acudieron a los foros alternos a la Quinta Conferencia Ministerial de la OMC, al igual que unos 10 mil activistas llegados de muchos rincones del planeta.
Para ambos, las críticas a la globalización sin freno son más que palabras, ahora que intentan recuperar el tiempo después de pasar dos años en prisión, entre mayo de 1999 y diciembre del 2001, bajo cargos de cultivo de marihuana, pero con una lucha social contra la deforestación de Petatlán, Guerrero a manos de la trasnacional Boise Cascade.
La conferencia les trae recuerdos vivos. «Nos oponemos a las ofertas de la OMC por tener la experiencia viva como si ahora estuviéramos pasando por la llegada del Tratado de Libre Comercio(TLC)» refiere Rodolfo Montiel en entrevista sobre el acuerdo comercial de América del Norte signado hace 10 años.
Mientras el autobús público avanza por la zona hotelera de Cancún hacia el centro de la ciudad, Montiel, acreedor en el 2000 al premio Goldman, llamado también el «Nobel ambiental» reflexiona: «Si unos cuantos nos unimos para sacar a la Boise Cascade, los campesinos unidos podemos sacar a la OMC del poder.»
Lo anterior, «porque son unos cuantos que quieren hacernos depender de ellos y adueñarse hasta de la dignidad, de los bosques, tierra, agua, lo que nos da la madre naturaleza.»
«Decimos con toda franqueza no estamos en contra de las personas sino de las acciones. Queremos se escuchen nuestros propuestas. No solamente tenemos críticas, sino propuestas», argumenta como tantos otros críticos de la globalización presentes en Cancún el campesino que cursó hasta primero de primaria.
«No venimos a Cancún con el fin de pasear sino en protesta de que no queremos que nuestras autoridades negocien con la OMC recursos naturales», aclara Montiel, de 49 años de edad, que no pudo retornar a Petatlán por seguridad tras el indulto oficial de Vicente Fox.
«No estamos en contra de la personas en la OMC ni en contra de una cuestión que nos favorezca. Estamos en contra de las malas intenciones de las compañías trasnacionales», añade Montiel apresado por el 44 batallón en la depauperada zona de Petatlán, Guerrero, rica en maderas, para luego ser torturado e incomunicado durante cinco días.
EN PRIMERA PERSONA
Minutos antes de tomar el autobús que llevaría a los campesinos ecologistas con rumbo desconocido a su hogar actual donde ahora generan nuevos proyectos sustentables y sin conocer aún el colapso de la OMC, Rodolfo Montiel contó, casi sin pausa, su historia.
De acuerdo con Greenpeace, a tala indiscriminada destruyó desde 1992 hasta 2001 cerca de 86 mil de las 226 mil 203 hectáreas de bosques que existían en la sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán.
«Cuando el TLC, en lugar de que las trasnacionales adoptaran nuestra leyes fue al revés. Se pusieron al servicio de las trasnacionales y dieron la espalda al campo mexicano.» Pusieron en manos transnacionales los bosques y el agua, por ello se fue acabando el agua, los manantiales.
En 1996, «Rubén Figueroa hizo un contrato a puerta cerrada –con el fin de no dar a conocer a los habitantes la situación– para poner 24 ejidos forestales para la maderera Boise Cascade, que explotó de forma inmoderada y fomentó un desierto en el lugar», relató.
«Cuando las autoridades no hacían nada decidimos hacerlo nosotros por ser los primeros perjudicados y enviamos una carta a Julia Carabias con el fin de dar a conocer de cerca el ecocidio en 1997.» Julia Carabias era la secretaria mexicana de Medio Ambiente.
Ya como Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán «enviamos también una carta al gobierno interino de Angel Aguirre Quintero solicitando la inclusión de la gente de Petatlán en el proyecto de reforestación por tener interés de conservar el medio ambiente.»
«La respuesta fue una campaña con cuerpos policiales y militares a favor de las trasnacionales; de compañeros muertos y desaparecidos.» Y luego, dice una medida ejemplar: la persecusión y encarcelamiento de ambos campesinos. Lo demás es historia.
MR/2003/MEL
