Cerca de 400 hombres participaron en la primera marcha latinoamericana contra la violencia doméstica, convocada por Ricardo Ehrlich, alcalde de esta ciudad, e inspirada por el escritor portugués José Saramago, realizada el 27 de noviembre pasado, desde la explanada de la intendencia (alcaldía) de Montevideo hasta la Plaza Cagancha, en el centro de la capital uruguaya, informa SEMlac.
Durante la manifestación, expresaron: «Los varones nos comprometemos a fomentar cambios en la vida privada, en la convivencia familiar, así como en el ámbito público. A generar políticas que consoliden la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y atiendan el impacto de la violencia doméstica. A promover estrategias orientadas al cambio cultural para un ejercicio democrático de las relaciones humanas. Y a hacer efectiva la ley de violencia doméstica».
Interrogado en octubre pasado en Sevilla sobre la posibilidad de hacer algo para detener la muerte de mujeres a cusa de la violencia de género, José Saramago dijo: «una idea utópica, y como utópica que es no creo que nadie la concrete, es hacer una marcha de hombres, donde los varones asumamos que la violencia ha sido el mecanismo más terrible de los manejados por los hombres en sus operativos de dominio».
Contrario a las expectativas de Saramago, esta utopía se realizó. A las 19:30 horas, la explanada de la alcaldía de Montevideo estaba colmada de hombres, algunos jóvenes, otros de edad media e, incluso, adultos mayores.
Entre ellos había miembros de los partidos políticos tradicionales del Uruguay, el Nacional y el Colorado, y también de los diferentes sectores del izquierdista Frente Amplio, actualmente en el poder. Además, sindicalistas, estudiantes y hasta sacerdotes de la Iglesia católica y de la federación de religiones de afrodescendientes.
«Hay distintas formas de violencia contra la mujer, pues ésta no se limita a la agresión física por parte del hombre. Y una importantísima es la discriminación, que en una sociedad tan machista como la nuestra no le da igualdad de oportunidades», afirmó a SEMlac Juan Castillo, de la coordinadora de la central de trabajadores de Uruguay PIT-CNT.
«Si queremos construir una sociedad justa y solidaria, tenemos que asumir estos problemas como de todos», agregó.
«Esta marcha es histórica. Muchos de los hombres que están acá es la primera vez que sienten algo, pero una cosa es sentir y otra tener una reflexión feminista sobre el tema», dijo a SEMlac Carlos Guida, asesor técnico para la Construcción del Segundo Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos (entre hombres y mujeres).
«Las mujeres siempre han invitado a los hombres a dialogar, pero ellos, por muchas razones, por conservar la cuota de poder, no se han sentido como apelados. Siempre comentan y hacen chistes, como por ejemplo, ?a esa hora no voy porque le estoy pegando a mi mujer?», apuntó Guida.
VIOLENCIA EN URUGUAY
En Uruguay se registran unas 7 mil denuncias anuales de violencia doméstica y cada nueve días muere una mujer por esta causa, según cifras citadas por el director de la División de Artes y Letras del Departamento de Cultura de la alcaldía capitalina, Mario Delgado, quien recogió la «utopía» de hacer una marcha de varones y la trasladó al alcalde de Montevideo.
En vísperas del 25 de noviembre, Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer, se conoció un estudio realizado por la organización no gubernamental Iniciativa Latinoamericana, según el cual uno de cada cinco varones adolescentes uruguayos justifica golpear a una mujer.
Al llegar a la plaza Cagancha, donde se dan cita la mayoría de las manifestaciones de los montevideanos, las mujeres los esperaban. Unidos, escucharon y aplaudieron a los hombres y mujeres que se alternaron el micrófono, entre ellos el escritor Mario Delgado, quien afirmó «que la marcha es un grano de arena para romper con el dominio patriarcal».
Luego fue leída una carta enviada por el escritor portugués, en la que expresó su optimismo por que «la semilla que se está sembrando en Uruguay» florezca. «La violencia física y psicológica y la muerte de mujeres es cuestión de hombres, y son los hombres quienes tienen que resolverla», agregó en su misiva.
La coordinadora ejecutiva de la Secretaría de la Mujer de la alcaldía también intervino y reconoció «a todas las que han luchado durante tanto tiempo para que este tema saliera de los hogares».
Añadió que los cambios que se requieren son de dos tipos: personales e institucionales, pues los hombres tienen la potestad para que se cumplan los planes encaminados a erradicar la violencia doméstica.
Diana González, a nombre de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, aseguró que este fenómeno «no es un asunto privado, es un asunto de derechos humanos, y por tanto es un asunto público».
Finalmente, el alcalde Ehrlich cerró con la proclama, no sin antes aclarar que «los varones, en tanto colectivo, hemos permanecido ausentes en la lucha de las mujeres organizadas y su reivindicación por una sociedad orientada hacia la igualdad de oportunidades y derechos».
«Hemos estado mayoritariamente omisos en las estrategias y acciones llevadas adelante para prevenir, denunciar y erradicar la violencia doméstica», aseguró el burgomaestre.
«Ante el reconocimiento de tal realidad, algunos varones hemos decidido comenzar un proceso de cambio que, respetando la trayectoria del movimiento de mujeres, confluya en la posibilidad de generar nuevas modalidades de vincularse mujeres y varones», expresó.
«La marcha, aunque de trayecto corto, es un paso más en el camino, el cual implica cambios culturales profundos», concluyó el alcalde montevideano.
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