En Nuevo León, el estado que guardan los derechos humanos se revela en las mujeres: la violencia al interior de los hogares, una de las problemáticas más serias, no ha tenido la suficiente respuesta de parte del Estado, a pesar de los cambios legislativos y de que las mujeres denuncian en mayor medida, revela un diagnóstico de diez organizaciones civiles, encabezadas por Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (Cadhac).
El estudio, publicado bajo el título Mirada, desde la sociedad civil. Hacia un diagnóstico de los derechos humanos en Nuevo León y presentado el sábado pasado, indica que las mujeres continúan siendo discriminadas en muchas empresas e instituciones que aún solicitan el examen de ingravidez para su contratación.
Y, aunque existe ya el Instituto Estatal de las Mujeres desde hace más de tres años, aún no se logra transversalizar la perspectiva de género en los programas y presupuestos del gobierno estatal, señala el diagnóstico.
Este diagnóstico echa por tierra el eslogan de gobierno «Estado de progreso» al exponer el grave estado de vulnerabilidad en el que se encuentran los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, para la mayoría de la población.
La presentación a cargo de la senadora Rosario Ibarra de Piedra, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República; de Esthela Gutiérrez Garza, directora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UANL, y Francisco Gómez Hinojosa, presbítero, filósofo y periodista.
El doctor Francisco Gómez Hinojosa calificó al informe como «despiadado, como terrible es la situación de los derechos humanos en Nuevo León».
Los datos son dramáticos, detalló Gómez Hinojosa: «ejecuciones y levantones como jamás se habían visto en nuestra entidad, 336 denuncias en un año que refieren atentados contra la dignidad humana de las personas privadas de su libertad, escamoteo del reparto de utilidades, burocratismo y trato despótico en instituciones oficiales de salud, rechazo de niñas y niños en escuelas públicas por no pagar ciertas cuotas, violencia creciente contra las mujeres, discriminación a indígenas que pasan o habitan en nuestro estado, despidos injustificados de personas a causa de su orientación sexual, carencia de protección social para miles de personas mayores de 65 años, y un largo etcétera».
Concluye el diagnóstico que en la entidad es necesario trabajar para generar una agenda básica que comprometa a los ejecutores de políticas públicas a solucionar problemáticas latentes que pasan desapercibidas por las autoridades.
Los niveles de marginación, exclusión, violencia y pobreza son una manifestación de poco respeto, protección y acción del Estado, sobre todo en lo que se refiere a los grupos que han sido vulnerados históricamente.
Además de Cadhac, participaron en la elaboración del informe Alternativas Pacíficas, Arthemis por la Equidad, Colectivo Plural de Mujeres, Género, Ética y Salud Sexual, LesMty, Centro de Estudios y Taller Laboral, Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Tierra y Libertad y Comunicación e Información de la Mujer en Nuevo León.
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