Con un gabinete de 17 ministros, de los cuales siete son mujeres, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, garantiza una mayor presencia de mujeres en la toma de decisiones fundamentales para cambiar el país, informó en su Especial Mujeres del Tercer Milenio, la agencia de noticias Prensa Latina.
Anunciar la inclusión de mujeres, en enero pasado, en siete carteras del equipo ministerial constituyó un hecho sin precedente para este territorio andino, que Correa justificó como una decisión política del gobierno, de lograr la equidad de género.
La socialista Guadalupe Larriva, quien falleció el pasado 24 de enero pasado en un accidente aéreo, se encargó apenas nueves días del complicado Ministerio de Defensa, un puesto tradicionalmente en manos de ex militares. Tras su muerte, en circunstancias aún sin esclarecer, el jefe de Estado nombró a otra mujer para ocupar el cargo, Lorena Escudero, de 41 años, catedrática con una maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y promotora de la Asamblea Constituyente que impulsa Rafael Correa.
Con esta decisión, algunos círculos políticos nacionales estimaron que Correa quiso romper con una tradición que ha reinado en el país, de poner en manos de un ex militar la dirección del Ministerio de Defensa, fue por ello que Larriva recibió el mérito de ser la primera mujer civil en dirigir el cuerpo castrense en Ecuador.
A diferencia de anteriores titulares, la ex ministra se propuso transformar las Fuerzas Armadas en una institución que se comprometiera más con su pueblo y participara en tareas sociales, en beneficio de los más pobres.
Su muerte temprana le impidió llevar adelante esa tarea, sin embargo Lorena Escudero se comprometió a seguir sus pasos y buscar fortalecer su participación (de las Fuerzas Armadas) en el desarrollo social, económico, en el desarrollo integral del país.
Como ministra del Exterior, aparece la geógrafa y naturalista María Fernanda Espinosa, con estudios en Antropología, Geografía, y Pueblos Indígenas y Amazonía, Y, aunque no tiene una experiencia en la carrera diplomática, la titular fue presidenta de una organización internacional de cuidado del Medio Ambiente.
Un lugar calificado como prioritario para el presidente ecuatoriano, es el de la ministra de Bienestar Social, donde nombró a Jannete Sánchez, reconocida académica e investigadora, la cual tendrá la misión de cambiar el escenario ecuatoriano donde las mujeres aparecen como las más desfavorecidas por la sociedad. Cabe destacar que del ocho por ciento de analfabetismo que registra Ecuador, la mayoría son mujeres de las zonas rurales del país.
Entre las designaciones realizadas por Correa aparece también Caroline Chang, ministra de Salud Pública; María de los Ángeles Duarte, titular de Desarrollo Urbano y Vivienda; Ana Albán Mora, en Medo Ambiente, y María Isabel Salvador Crespo, en Turismo.
Una novedad de este gobierno es Mónica Chuji, indígena kichwa de la Amazonía, quien se desempeña como Secretaria General de Comunicación.
Estos nombramientos no son una excepción de Ecuador. Otras naciones sudamericanas se adelantaron y varias mujeres ocupan hoy las carteras de Defensa y el Exterior.
A modo de ejemplo, aparece la titular de Defensa chilena, Vivianne Blanlot; y la presidenta de este país, Michelle Bachelet, anteriormente ocupó ese mismo cargo.
En Uruguay está al frente del cuerpo castrense Azucena Berruti, una socialista y abogada que defendió a prisioneros políticos durante la dictadura militar de 1973-1985, y en Colombia, parece ya una tradición que la cancillería asuma una mujer, entre las más recientes que ocuparon ese puesto aparecen Carolina Barco, actual embajadora de Bogotá en Estados Unidos, y María Consuelo Araujo.
Esta última, de 35 años, tiene aspiraciones de llegar a la presidencia de su país y aunque faltan cuatro años para las elecciones en Colombia, espera contar con el apoyo del actual mandatario, Alvaro Uribe, según medios de prensa de esa nación, informó Prensa Latina.
Araujo se desempeñó anteriormente como ministra de Cultura, puesto que la convirtió en la integrante más popular del gabinete colombiano.
A juicio de expertos, la ola de ministras en el continente evidencia un cambio, lo cual aparece muy ligado a la tendencia de izquierda que se extiende por estas tierras y que busca despejar el camino para la entera emancipación de la mujer latinoamericana.
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