Los gobiernos de América Latina y el Caribe están aprovechando una favorable coyuntura económica para mejorar las cuentas públicas, según reporta la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2005.
Este año los países continuaron consolidando su posición fiscal y la relación deuda/PIB (Producto Interno Bruto), la cual llegó a un máximo en 2002 del 61.3 por ciento del PIB y alcanzará, a fines del 2005, un 45.9 por ciento del PIB. Esto representa una caída del endeudamiento de la región de más de quince puntos del PIB, afirma la CEPAL.
Entre los factores que explican esta reducción de la vulnerabilidad externa se encuentran la generación de superávit fiscal primario el crecimiento de las economías, los procesos de reestructuración de la deuda y la apreciación de las monedas nacionales con respecto al dólar.
En lo que concierne a la política fiscal se destaca que mientras los ingresos fiscales se elevan, impulsados por la mayor actividad económica y los altos precios de algunos de los productos básicos que la región exporta, la mayor disponibilidad de recursos no se ha traducido en mayores gastos. Por el contrario, los crecientes excedentes se están utilizando para reducir el endeudamiento público en forma más acelerada que en los países desarrollados y que en las demás economías emergentes.
La recaudación tributaria de 2004 y 2005 ha sido la mayor desde 1990. El crecimiento de la economía mejoró la recaudación pública junto con el aumento de los precios de los hidrocarburos y minerales en que se especializan algunos países, lo que se tradujo en un importante crecimiento de los recursos fiscales.
Si se compara la recaudación proveniente de hidrocarburos y minerales estimada para el año 2005 con aquella generada en el año 2002, el aumento en la recaudación ha representado en Bolivia, Chile, Ecuador, México y Venezuela entre 2 y 3 por ciento del PIB.
Una buena parte del resultado fiscal en el período 2003-2005 se explica por la mejora registrada en las cuentas públicas de los gobiernos subnacionales (estatales o provinciales, según el país). A diferencia del pasado, en los países más descentralizados, como Argentina, Brasil, México y Colombia, los gobiernos subnacionales aportaron a la mejora de los resultados fiscales.
En Argentina, Brasil y Colombia, el resultado primario de los gobiernos subnacionales correspondiente al 2004 fue mayor al 1 por ciento del PIB, ubicándose en los tres casos en los valores más altos desde 1990. Para cuando concluya el 2005, en Brasil, el superávit de los gobiernos subnacionales volverá a crecer. En cambio, en Argentina y Colombia los gobiernos subnacionales alcanzarían nuevamente un resultado superavitario pero en un nivel inferior al del 2004.
Otra novedad en el informe se refiere a que este desempeño fiscal, sumado a la acumulación de reservas y a la necesidad de los gobiernos de demostrar un compromiso autónomo con la solvencia fiscal, está resultando en un menor incentivo por parte de las autoridades de los países para celebrar acuerdos de giro con el Fondo Monetario Internacional.
De seis países grandes (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela), sólo Colombia tenía, a mediados del 2005, un acuerdo de derechos de giro (stand by agreement). En esta línea debe entenderse el anuncio hecho en diciembre por las autoridades de Brasil y Argentina de anticipar para fines del 2005 el pago total de su deuda con el FMI (15 mil 460 millones y 9 mil 800 millones de dólares, respectivamente).
El informe de la CEPAL advierte que la región mantiene características estructurales que requieren atención: una débil y desigual estructura tributaria y una importante dispersión del esfuerzo fiscal entre países. El fortalecimiento de los ingresos fiscales permitiría cumplir con tareas pendientes en los sectores públicos, como aumentar la inversión pública, mejorar la prestación de servicios sociales y superar significativas deficiencias de los sistemas de seguridad social en cuanto a cobertura y solvencia.
Esto significaría paliuar la situación de miles de mujeres, niñas, ancianas, varones y adolescentes cuya pobreza les impide la realización mínima de sus derechos humanos elementales, y coadyuvaría a elevar sus niveles de vida.
Entre las actividades pendientes resalta la conveniencia de que los exportadores de hidrocarburos y minerales aprovechen los altos precios actuales del petróleo para diversificar su estructura tributaria y fortalecer su situación fiscal. Varios de estos países tienen fondos de estabilización y ahorro, pero algunos de ellos no están acumulando recursos suficientes, advierte CEPAL.
También debe tenerse en cuenta que muchos países mantienen una muy alta proporción de deuda respecto del PIB. En este sentido, la hipótesis de un contexto internacional caracterizado por tasas de crecimiento más bajas e intereses más altos va a requerir, de parte de los gobiernos, aplicar medidas de prudencia fiscal que permitan seguir reduciendo la relación deuda/producto.
05/YT
