Inicio Menor riesgo a la salud de jóvenes si familia acepta su preferencia sexual

Menor riesgo a la salud de jóvenes si familia acepta su preferencia sexual

Por Soledad Jarquín Edgar

La no aceptación de las familias con hijas o hijos lesbianas, gay, bisexuales y transexuales (LGBT) es una sentencia de muerte para las y los jóvenes, afirmó la directora de Iniciativas de Salud Adolescente, Caitlin Ryan, quien presentó parte de los resultados de una investigación que revela que el respaldo de la familia es fundamental en la vida de estos jóvenes, lo contrario lleva a muchos al suicidio o a adquirir enfermedades como el VIH.

Al participar en la XVII Conferencia Internacional sobre SIDA, realizada en la Ciudad de México del 3 al 8 de agosto pasados, la investigadora de la Universidad Estatal de San Francisco sostiene que la aceptación familiar reduce directamente los riesgos de salud mental, física y promueve el bienestar de las y los jóvenes que han elegido de una opción sexual distinta a la «convencional».

Sobre todo, explica, la madre y el padre, como la familia completa, contribuyen con la aceptación a disminuir o incluso erradicar la posibilidad de prácticas sexuales de riesgo que podrían provocar enfermedades de transmisión sexual como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

La aceptación familiar de un hijo o hija lesbiana, gay, transexual o bisexual es un «recurso de baja tecnología» que debe ser utilizado en todo el mundo, sin embargo, es más común que los miembros de la familia adopten comportamientos creyendo que ayudan a sus hijas e hijos, pero que en realidad los lastiman física, psicológicamente o emocionalmente.

Caitlin Ryan, directora de Iniciativas para la Salud Adolescentes, del Instituto César Chávez de la Universidad Estatal de San Francisco, en entrevista con Cimacnoticias señaló que se han identificado más de cien diferentes comportamientos que las familias latinoamericanas residentes en Estados Unidos expresan para mostrar aceptación o rechazo y «hemos medido cada uno de ellos para ver los riesgos y al mismo tiempo hemos visto cómo el bienestar los reduce de manera importante».

Entre los comportamientos que se han encontrado en las familias latinas estudiadas destacan la violencia física, el abuso verbal, la exclusión de la hija o hijo en actividades familiares porque parecen demasiado gay o lesbianas, además de utilizar la religión como una forma para condenarlos con la amenaza de que irán al infierno, además de bloquear su relación con amigos y amigas gay, lesbianas, bisexuales o transexuales, pero también hay familias que ayudan a aceptar el desarrollo de una identidad positiva.

EDUCACIÓN SEXUAL

La investigadora estadounidense criticó en ese sentido el libro sobre sexualidad distribuido por «la derecha» en algunas entidades de México y aseguró que el no reconocimiento de las diversidades sexuales es una actitud inaceptable que contribuye a la propagación del VIH o a estados de depresión de las y los jóvenes, «tenemos que acercarnos a las familias para dar información precisa basada en evidencia científica y este libro nunca fue revisado por los expertos en sexualidad, lo que es muy grave», advirtió.

Al igual que Ryan, el presidente de la Federación Mexicana de Sexualidad y Sexología, Luis Perlelman, considera que ignorar la diversidad sexual es una sentencia de muerte «muchos jóvenes se suicidan y lo han hecho porque sienten que no hay esperanzas para ellos y porque creen que nunca serán aceptados por sus familias y su comunidad».

Luis Perlelman, también miembro de la Asociación Internacional de Familias por la Diversidad Sexual, planteó que es necesario hablar con claridad de estos temas y «espantarnos menos de lo demoniaco que pueden ser». De acuerdo con la experiencia de las madres «el recurso de la aceptación familiar no ha sido aprovechado y está disponible» como una forma de prevención del VIH, para evitar que los hombres que tienen sexo con hombres se contagien y que los bisexuales contagien a sus mujeres, dijo uno de los organizadores del encuentro de familias LGTB

Tenemos que hablar claramente del VIH y las familias tienen que aceptar la diversidad sexual de sus hijas e hijos, este es el canal de liderazgo más recomendado para prevenir la epidemia.

En México como en otros países quizá se avance en una mayor construcción de clínicas, mejores medicamentos, las mejores campañas de prevención, en una palabra las mejores políticas de gobierno, pero si madres y padres siguen rechazando a sus hijas e hijos «la vida no tiene sentido para ellos y si vives con VIH y te rechazan es todavía más difícil, la aceptación es una fuente de baja tecnología, sin costo, abundante y natural y ayuda a que las familias se sientan mejor».

El sexólogo mexicano dijo que los obstáculos para la aceptación de la diversidad sexual continúan siendo las homofobias institucional, religiosa, cultural, así como el machismo a ultranza y las «buenas costumbres» que piensan que no se pueden cambiar, pero la realidad es que está cambiando.

08/SJE/GG/CV

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