Alicia Pérez Duarte, aspirante a presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sostuvo que los derechos humanos en el país están en crisis y en el caso de las mujeres, aunque hay avances, «todavía estamos con muchos focos rojos que hay que atender».
Ante feministas e integrantes de organismos no gubernamentales defensoras de los derechos humanos, quienes promueven su candidatura, la doctora en Derecho, afirmó que la falta de solidez en las instituciones mexicanas propician una violación sistemática a los derechos humanos «porque no hay posibilidades de resolver jurídicamente y rápido».
Sostuvo que el caso paradigmático de Ciudad Juárez, Chihuahua, revela que si bien es cierto que el Estado no asesinó a las mujeres, el hecho es que hasta la fecha no hay una solución, lo cual propicia una situación grave y sistemática de violación de los derechos humanos.
Aunque la CNDH respondió que en el caso del asesinato de mujeres, con la recomendación 44/98, lo que sucedió es que después no le dio seguimiento, «murió» esta recomendación.
En la Casa de las Humanidades de la UNAM, la doctora en Derecho, especialista en estudios jurídicos de género y derechos humanos, añadió que los principales problemas que afronta la población femenina son el acceso al trabajo y la violencia en su contra.
Confió en que junto con la sociedad civil organizada, es posible hacer esfuerzos para fortalecer y legitimar «nuestras instituciones, me parece que estar reunidas aquí, es parte de ese proceso».
El marco jurídico establece que la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República debe realizar una exploración para presentar ante el pleno una terna para suceder al actual titular de la CNDH, José Luis Soberanes y ése es un proceso que debe ser abierto a todos los sectores de la sociedad, puntualizó.
La idea, dijo, es tener una CNDH activa, pues hasta hoy, llegan las quejas, se analizan y clasifican o desechan las que no son procedentes.
O bien, se busca la conciliación o la amigable composición. Si se considera procedente, ya ha pasado un mes, cuando la situación de urgencia ya pasó.
Propuso que se le dé entrada a todas las quejas de inmediato y se establezcan medidas de protección, como se hace en el ámbito internacional. «Inmediatamente se hace el llamado urgente para que se proteja a quien está denunciando».
La CNDH tiene un programa lento de atención a víctimas, de poco alcance que no brinda atención adecuada a personas que sufren algún tipo de violación a sus derechos humanos y tiende más bien a actuar en forma paternalista, aseveró.
En resumen, la CNDH ha perdido la capacidad de responder ante las demandas de violaciones a los derechos humanos. En lugar de conservar su fuerza moral y fortalecerla, la ha ido perdiendo, dijo.
2004/RGL/LR/SM
