La migración femenina a nivel mundial va en aumento, reporta el nuevo estudio del Banco Mundial, The International Migration of Women, el cual señala que entre 1960 y 2005 se incrementó en tres puntos porcentuales, del 46.7 por ciento al 49.1 por ciento, en consecuencia se calcula que actualmente hay cerca de 95 millones de mujeres migrantes.
Andrew Morrison, economista principal del Grupo de Género del Banco Mundial, dijo este lunes en la presentación del estudio, que «el hecho de que las mujeres ahora representan casi la mitad del total de la población migrante tiene efectos significativos en el desarrollo», ya que ellas «envían mucho dinero a sus familias y la evidencia recogida en zonas rurales de México demuestra que su migración tiene efectos económicos positivos para los hogares que dejan atrás».
En un contexto global, el estudio reporta que, con relación a la migración masculina, el número de mujeres es más alto en la antigua Unión Soviética (58 por ciento, en aumento); se mantiene aproximadamente igual y esta creciendo en Europa, Oceanía y América Latina y el Caribe; es igual y se mantiene estacionado en América del Norte, y es más bajo en África (47 por ciento, en ascenso) y en Asia (43 por ciento, en descenso).
«La proporción de mujeres que migran en busca de empleo, antes que por motivos familiares, se ha incrementado con el tiempo, aunque los resultados que ellas alcanzan en los mercados laborales de los países de acogida varían considerablemente conforme a su país de origen», afirma Maurice Schiff, economista principal del Banco Mundial del Grupo de Investigaciones sobre el Desarrollo.
Así, de las migrantes que trabajan en los Estados Unidos, las que provienen del Caribe, Asia oriental, Europa y África al sur del Sahara tienen mayor participación en la fuerza laboral que las originarias de Asia meridional, Oriente Medio y Norte de África.
Entre las mujeres que migran educadas en sus países de origen, las de Irlanda, Australia y el Reino Unido son las que ganan más dinero. Cuando se compara la situación de las que proceden de países en desarrollo, se observa que las de Sudáfrica, Jamaica e India reciben los sueldos más altos, mientras que las provenientes de Colombia, República Dominicana y Cuba son las que menos ganan, lo que pone de relieve la importancia del dominio de idiomas para el desempeño en el mercado laboral.
El estudio también demuestra que las migrantes educadas en los Estados Unidos ganan más que aquellas que estudiaron en su país natal.
The International Migration of Women señala, además, que el aumento de los gastos que implica el cruce de la frontera con los Estados Unidos desalienta considerablemente la migración de las mexicanas, no así la de los hombres. Es probable que ello obedezca a que el costo de la migración ilegal es más alto para las mujeres que para los hombres, ya que están más expuestas a sufrir abusos durante la migración, puntualiza.
«Uno de los mensajes mas importantes de este libro es que, en los estudios sobre migración, ya no se puede soslayar el papel de las migrantes», dice Mirja Sjöblom, otra de las compiladoras del volumen.
En su opinión, se trata de un campo de investigación fascinante, porque todavía faltan piezas importantes del rompecabezas.
Por ejemplo, dice, «necesitamos saber mas acerca de las diferencias entre los efectos que la migración de hombres y la de mujeres tienen en la cohesión familiar y el bienestar de niñas y niños, así como determinar por que razón algunas familias prefieren que migren las mujeres antes que los hombres».
07/LPR/CV
