El escenario político que vive la nación, previo al proceso electoral del 7 de noviembre con las posturas de los candidatos demócratas relacionadas con la salida de tropas de Irak, principalmente, migratorio y salario mínimo federal entre otros, indica grandes posibilidades de su triunfo en la Cámara de Representantes y el Senado.
La posición del candidato demócrata Robert Menéndez, al Senado con respecto a la reforma migratoria es la de «darle una vía a la legalización, pagando una multa, pasar por una revisión de historial criminal, pagar impuestos y aprender inglés».
Menéndez, cubano-americano, resaltó que cumpliendo con esos requisitos, podrán obtener la residencia permanente de los Estados Unidos y agregó que la reforma migratoria también debe de dar permiso de trabajo a los inmigrantes y asegurar que la parte patronal no disminuya las leyes laborales, como el pago de salarios justos y otorgarles los beneficios del seguro social.
Por lo que hace al cierre de la frontera con México, expresó su rechazo al muro y comentó que aunque el año pasado 10 mil personas entraron a la nación por la frontera con Canadá, «nadie habla de poner un muro allá».
El senador votó a favor de la ley bipartita McCain/Kennedy que controla la frontera mediante la patrulla fronteriza y artefactos de alta tecnología.
Menéndez opina que «debemos estar construyendo puentes no muros. Todos los países tienen derecho a controlar sus procesos migratorios, pero este viene con otros procesos diferentes a un muro».
Sobre la guerra en Irak -a la que voto en contra porque no encontró que hubiese una amenaza a los Estados Unidos- Menéndez considera que se debe hacer una transición de un año para salir de allí, «ya que los iraquíes dicen que no tienen la capacidad de fuerzas de seguridad para controlar su propio país.
Pero eso no quiere decir que dejemos un pequeño grupo de soldados afuera del país para asegurarnos que otros países no interfieran con Irak», además de convenir el envolvimiento con la OTAN y otros países que tengan un interés en la estabilidad de Irak.
Al hablar del salario mínimo federal (5 dólares 5 centavos la hora), Menéndez considera que ya es hora que se cambie, ya que desde el 1997 es el mismo. «Hay más de 250 mil trabajadores en el estado que reciben el salario mínimo y todavía se encuentran por debajo del nivel de pobreza. Eso es inaceptable».
06/LP/LR
